El Sábado 28 de Julio del 2012 ha pasado a la historia de la tauromaquia por se el día en el que un pedazo de torero con 80 años, ha matado el último novillo de su vida. Andrés Vazquez cumplió hace unos días 80 años y ha querido celebrarlo toreando en la Plaza de Toros de Zamora, donde ha matado el último novillo de su vida, además, un Victorino. Lo de menos es como estuvo el MAESTRO, lo importante es el hecho. Cortó las dos orejas y el rabo, mas tarde hablaré de ello.
Compartió cartel con el rejoneador Sergio Vegas el cual abrió plaza y estuvo voluntarioso. A mi se me hizo un poco pesada su faena pero el personal se divirtió.
En segundo lugar actúó el MAESTRO Andrés Vazquez, el cual ha salido 14 veces por la puerta grande de la Plaza de Toros de las Ventas madrileña, contando las 3 que salió de novillero mas las 11 de Matador de Toros.
Intentó ligar algún muletazo por bajo tanto con la izquierda como por la derecha, pero eso ya era mucho mas complicado. Intentó torear al natural y pegó algún muletazo suelto de mucho mérito. El realizar esto con 80 años y ante un novillo que no era ningún becerrote, tiene un gran mérito, un mérito enorme. El novillo estaba magníficamente presentado para la ocasión, y no entiendo algunas críticas de algunos espectadores. Hay verdadera mala leche por parte de algunas personas, minimizando un gran gesto, una gran gesta y una gran trayectoria.
La gente enardecida le pidió las dos orejas y el rabo, y como podéis ver en la foto, hasta el buen escritor y periodista Paco Cañamero, saca el brazo para pedirle los trofeos.
El buen torero Juan Mora no tuvo enemigo para desarrollar una gran faena. Le tocó un toro serio, cuajado, de gran trapío pero complicado.
Javier Conde realizó su peculiar y personal toreo, que puede gustar o no, pero que es un concepto distinto y así es como lo siente.
Javier Conde interpretó en el ruedo la película de Bailando con Toros, algo que no es ni mucho menos una pantomima ni demérito alguno, sino todo lo contrario.
En ocasiones realizó un toreo estético, bello, artista, un verdadero baile con el animal que enardeció al público. Un toreo bonito y agitanado.
Le tocó en suerte un gran novillo al que en ocasiones no le cogía el aire pero que enseguida volvía a compenetrarse y seguir bailando creando una obra tan personal como peculiar.
A mi me gusta ver torear a Javier Conde pues en mi cabeza caben todo tipo de toreros, y prefiero este a cualquier pegapases vulgar y corriente de los que abundan por los ruedos.
La gente estaba enardecida, y entre el torero y el público obligaron al presidente a indultar al novillo.
Al novillo se le perdonó la vida, volverá al campo, pero yo creo que su futuro no será como semental, ni por trapío, ni por hechuras, ni por pitones, está para padrear.
El novillero Alberto Durán, con el cual he toreado en alguna ocasión, estuvo digno pues le tocó en suerte un pedazo de novillo que no le puso las cosas fáciles pero al cual fue metiendo en la muleta y le pegó muletazos de mérito.
El año pasado toreé un festival en el cual compartí cartel con el novillero zamorano. Es esa ocasión estuvo sensacional.
Pienso que Zamora puede tener en este torero un nuevo Matador de Toros que pueda funcionar aunque esto es muy difícil.
El novillero venezolano Cesar Valencia, torero de dinastía, estuvo realmente en novillero y muy voluntarioso. Recibió a su oponente con dos afarolados de rodillas, al igual que comenzó su faena de muleta.
Al finalizar el festejo, todos los matadores y las cuadrillas sacaron al MAESTRO, Andrés Vazquez a hombros por la Puerta Grande. Andrés Vazquez ha escrito una nueva página en la Historia del Toreo.
1 comentario:
Aunque no pude ir, ya me doy una idea de la tarde. Enhorabuena al maestro Vázquez. Yo confío mucho en Alberto Durán. Es una pena que esto esté como está y no toree como su calidad se merece.
Un saludo, Berna.
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