El puente pasado mi hijo y yo nos fuimos un día al monte, a un paisaje idílico de la provincia de Salamanca, donde los bosques son poco pisados.
Nos dedicamos a las setas, algo que me encanta pues el mundo de los hongos me parece fascinate, sobre todo el de los hongos o setas que se comen. Nada mas bajarnos del coche y comenzar a dar los primeros pasos, nos topamos con un corredero de setas estupendo, poco pisado y con diversas clases de hongos. El día estaba templando, las temperaturas se habían suavizado y había llovido mucho los días anteriores, lo cual propició que las setas aflorasen a estas alturas del otoño, ya entrando casi el invierno.
Había zonas en las cuales estabas pisando setas por donde ibas caminando, corros de ellas agolpadas y debajo de la hojarasca.
Paramos un momento a la orilla de la carretera cuando regresábamos de la montaña para hacer una fotos a unos árboles, y nos encontramos con otro montón de hongos.
Y hablando de hongos, quiero comenzar la zona podológica del blog de hoy con hongos, pero con hongos de otro tipo. Desde que vine de Colombia estoy tratando a varios pacientes con hongos en las uñas (onicomicosis) mediante el ácido nítrico, según me dijo la compañera colombiana Jakelin Delgado, pero no cada mes según me comentó la Bruja de Popayán, sino cada 15 días. Los resultados que estoy obteniendo son muy buenos. Al paciente antes de ponerlo en tratamiento le realizo un cultivo y si este es positivo, comienzo el tratamiento con el ácido nítrico. Esta primera foto es de una paciente que llevaba siendo tratada por un dermatólogo con odenil durante seis meses sin resultados positivos, la cual había tomado un antifúngico por vía oral también sin resultados, por lo cual cuando llegó a mi clínica le propuse el tratamiento de mi amiga colombiana y lo aceptó. Le fresé la parte de la uña afectada todo lo que pude, y una vez la zona mas o menos saneada, le apliqué un poco de ácido nítrico diluido pues no me atreví a utilizarlo puro.
A los quince días mando volver a la paciente y realizo la misma operación, y así cada 15 días.
Este es el estado de la uña y de la zona afectada al cabo de mes y medio de tratamiento. Tengo a otros cuatro pacientes con este tratamiento y también voy viendo buenos resultados. Si los resultados finalmente son positivos, creo que es un muy buen tratamiento, además, económicamente es mas rentable que el recetarle un antimicótico por via oral y otro tópico y hacer venir al paciente al finalizar el tratamiento.
Al paciente le puede suponer un poco mas de sacrificio económico y personal al tener que venir a la clínica asiduamente, pero creo que merece la pena, además le evitamos el consumo por vía oral de antimicóticos que aunque sea terbinafina o itraconazol, son mas perjudiciales que el ácido nítrico.
Hoy he tenido un gran disgusto con una paciente que he operado de juanete y de dedos hace doce días. A la paciente la operé tanto a campo abierto, (el primer, segundo dedo y juanete,) como por técnica M.I.S. (tercer dedo y tercer metatarsiano). Bueno, pues la pobre mujer, de un pueblo de Avila, fue al campo a ayudar al marido para echarle de comer al ganado, con la mala fortuna que se le cayó encima del pie una alforja de pienso para el ganado (eso es lo que dice pero yo creo que le pisó una vaca, según tenía el pie). Cuando le quité los vendajes me encontré el pie como lo podéis ver en la foto, un desastre. No se había fracturado nada, pero las osteotomías practicadas se habían ido al carajo. La aguja que le introduje en el primer radio, desde el dedo casi hasta la base del primer meta, se la había doblado y me costó un bolindroquio el sacarla, pero si no lo hago, posteriormente es mas complicado sacarla.
Podéis ver la longitud de la aguja y como se había doblado en dorsiflexión, a consecuencia del "pisotón de la vaca" o de la "caída del saco del pienso". Una vez colocados manualmente todos los huesos en su sitio, le realicé un vendaje para mantenerlos así durante al menos un mes. Cuando le quité los puntos en el segundo radio, uno de ellos se abrió. En el primer radio no le quité los puntos pues se los dí todos internos y subcuticulares.
El día no ha podido ser mas fructífero en cuanto a pacientes, hoy de nuevo casi hemos llegado al número de personas que atendemos habitualmente. El mes de Diciembre sí se está comportando estupendamente y parece que va a superar al mes de Diciembre del año pasado. Quiero dar las gracias a dos personas, a la compañea Verónica que me ha mandado a una paciente para operar de juanetes, y a un paciente, el cual me ha dado permiso para decir su nombre, José Miguel Martín Santos, quien me ha regalado una botella de un gran vinazo, TORRES MAS LA PLANA 2006, un vino excelente.