Bernardino Basas, Torero de Pata Negra.
Esta es la crónica del Festival Taurino de Guijuelo que me ha mandado una persona que fue crítico taurino hace mucho tiempo y escribió en el periódico MT, El Mundo de los Toros, hoy en día jubilado y apartado del mundo de los toros. Me escribió lo siguiente y me mandó su crónica.
Estimado Bernardino, mi nombre es José Ángel Cruz, no creo que te acuerdes de mi, pero escribí una crónica en MT (El Mundo de los Toros), hace ya algunos años, tantos que creo tu no eras berrendo ni lucías esa honorable entrada en tu cabeza, pero toreabas bien, algo que me cautivó de ti y nunca olvidé la vez que te vi torear en el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo, que fue la vez que escribí de ti en El Mundo de los Toros. En esa ocasión te dábamos por ganador del certamen tanto los críticos Carlos Perelétegui y Don Lance, como yo, algo que no ocurrió creo que por desavenencias tuyas con miembros del jurado. Te vi torear una vaca grande, muy grande, astifina y con trapío de toro en la finca Villoria, del ganadero Benito Ramajo; esa tarde pensé que había visto una futura figura del toreo, me equivoqué, pero no me equivoqué en pensar que había visto torear muy bien, distinto a los demás, con empaque y gusto, con torería. No me equivoqué en pensar que había visto torear a un torero y hoy en día lo ratifico.
No te había vuelto a ver torear desde entonces y cuando leí en la revista Aplausos que toreabas en Guijuelo, no dudé en desplazarme desde Madrid para volver a verte mas que nada por curiosidad, y torero, me alegro de haberlo hecho, no me has defraudado, e vuelto a verte torear y sigues haciéndolo bien.
Te mando una pequeña y modesta crónica del festejo, crónica que escribo para ti, pues ya soy una persona mayor, de la cuarta edad, pero que no ha dudado en ir a verte gracias a la paciencia de mi hija que me llevó.
Aquí va la crónica que yo hubiese publicado, titulada
Bernardino Basas, Torero de Pata Negra.
Se ha celebrado en la localidad salmantina de Guijuelo, cuna del Jamón Ibérico de Bellota, el mejor jamón del mundo denominado Pata Negra, un festival taurino en el que han actuado los matadores de toros Domingo López Chaves, Javier Valverde, Palomo Danko y el ex novillero Bernardino Basas, hoy dedicado a la medicina de los pies. Todos cortaron dos orejas.
Domingo López Chaves despachó un astado del ganadero Julio García, el cual, parecía tener un pequeño defecto de visión, lo cual no le impedía embestir con nobleza y humillando. El novillo no era fácil pero Domingo lo supo entender y se le ve preparado para su próxima actuación en la las Ventas de Madrid. Su saludo capotero fue aplaudido por el público pero donde se vio la dimensión que puede dar fue con la muleta, dejándosela en la cara de un novillo que pedía alguien con aplomo y se encontró con la horma de su zapato pues López Chaves lo sometió y terminó realizando una faena maciza. Lo mató de una estocada y cortó dos orejas.
El segundo novillo era de Miranda de Pericalvo, y le correspondio a Valverde, torero con mucho oficio a pesar de estar retirado. El novillo, a pesar de ser el mas pequeño del encierro y el mas delgado, fue el mas complicado y Javier Valverde supo estar a la altura de los problemas planteados por el burel. Con el capote no terminó de acoplarse pero con la muleta fue sometiendo a un novillo correoso, repetidor y sin fijeza. A fuerza de dejarle la muleta en la cara le fue ligando muletazo tras muletazo rematando con algunos pases de pecho de mérito aunque un poco despegados. Valverde realizó posiblemente lo mas meritorio de la tarde pues el aguantar esas embestidas inciertas y ligarle los muletazos a un novillo violento y repetidor, no es tarea fácil. Mató de una estocada que se encontró de imprevisto cuando estaba el novillo y torero aún sin predisposición para hacerlo. Fue un encuentro inesperado. Cortó las dos orejas.
Palomo Danko, hijo del famoso torero de Linares, Palomo Linares, no ha estado mal, tocándole un novillote de Montalvo alto, gordo y con los pitones mas astifinos del encierro, parecía que no estaba afeitado como es preceptivo para este tipo de festejos. Palomo pechó con el novillo mas grande y con mas arrobas del festejo, pero a la vez con el mas inválido y el que mejores embestidas tenía. Fue una pena que se hiciera daño en el saludo capotero y parece se lastimó una mano cayéndose el animalito en el saludo con el capote en varias ocasiones. Palomo supo superar ese problema y a fuerza de tesón mantuvo al animal en pie y logró tandas meritorias y con clase, estando asentado y decidido toda la tarde. Aprovechó las nobles pero escasas embestidas del novillo ligándole algunos muletazos rematados con el de pecho. Por el pitón izquierdo es por donde le pegó mejores muletazos, algunos naturales largos y bien ejecutados de principio a fin. Entré a matar en dos ocasiones y le concedieron otros dos apéndices.
Bernardino Basas es otra historia, otro cantar, otro poema, un manjar, ya que estábamos en Guijuelo, de Pata Negra. A muchos sorprendió este torero, a mi, no. Ya lo había visto torear hace muchos años en los tentaderos del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo y tengo que decir que equivocadamente le auguré un buen futuro taurino y tuve la sensación de ver torear a un pedazo de torero. Bernardino Basas no torea como lo que estamos acostumbrados a ver, es un torero de exquisiteces, como el mejor jamón de esta tierra, poco pero bien dosificado, de sabor profundo y agradable paladar. El toreo de Basas es estético, artístico, poético. Basas no realizó la mejor faena de la tarde, Basas no realizó la faena mas redonda del festejo, Basas no realizó la faena mejor planteada, pero Basas fue el que mejor toreó. Bernardino toreó un novillo utrero, estaba marcado con el 9 en la paletilla, de muy bonitas hechuras de la ganadería de Cándido Flores. Era el único utrero del festival y eso se notaba en la embestida del novillo, un buen novillo que repetía sin cesar pero que por el pitón izquierdo no era nada claro, no así por el derecho por el cual se quería comer la muleta e iba con los morros por el suelo, humillando una barbaridad y galopando en sus embestidas. Bernardino Basas lo recibió con la mejores verónicas de toda la tarde, verónicas largas, estéticas, limpias, ganándole terreno al animal, yéndose hacia los medios y rematando con una pinturera media verónica. Posteriormente demostró sus ganas, se veía que no iba a pasar la tarde en blanco, realizó un vistoso quite pero en esta ocasión no estuvo demasiado brillante aunque el público se lo agradeció con una fuerte ovación. Con la muleta comenzó con mucha torería, desde las tablas sacándose el novillo para los medios y dándole todas las ventajas. El viento molestó toda la tarde pero en este cuarto novillo se acrecentó y dificultó la labor de Bernardino, el cual, sin amedrentarse, citó de lejos al novillo y comenzó a enjaretarle una serie de muletazos por la derecha que hicieron poner la plaza boca arriba. La segunda serie fue de mas intensidad, muletazos bellos, con arte, ligados aguantando la repetitiva embestida del utrero, posiblemente los mejores muletazos de toda la tarde, con los riñones partidos, metidos, sacando pecho y girando la cintura, metiéndose el novillo, toreando circularmente, no en paralelo. Basas lo intentó por la izquierda, pero por ese pitón el novillo era mas complicado, hacía mucho viento y no se acopló con el, perdiendo intensidad su trasteo. Volvió a tomar la mano derecha y de nuevo volvimos a paladear el sabor de esos muletazos Ibéricos de Pata Negra con los que nos estaba deleitando en Guijuelo, muletazos de arte, de sentimiento, de pura bellota. Intentó matar en dos ocasiones recibiendo con buen criterio pero pinchó y no estuvo bien con la espada, a pesar de ello se llevó las mayores ovaciones de toda la tarde y el público le pidió las dos orejas que fueron concedidas por el presidente. El torero, en un gesto de vergüenza torera tomó las dos orejas y devolvió una tirándola al ruedo en señal de su disconformidad con los trofeos entregados, pensando que una oreja era suficiente por su faena. Si acierta a matar la primera vez que lo intentó a recibir, le conceden el rabo sin reparos.
Ahora entiendo por que el Jamón de Pata Negra es tan caro, difícil de encontrar (te engañan con milongas- pienso por bellota-), difícil de apreciar, pocos lo pueden comprar, pocos lo pueden saborear, y..........muchos se conforman con el serrano.
En Guijuelo comí un jamón ibérico de bellota exquisito pero por la tarde, después de los toros, comí un jamón de lo mas corriente y vulgar para estar en la cuna del Jamón Ibérico de Bellota. Menos mal que me fui con el buen sabor de boca que me dejó el Toreo de Pata Negra de Bernardino Basas.
Hasta aquí la crónica que me ha mandado José Angel Cruz, y ahora voy a poner unas fotos ilustrativas de la tarde que me ha traído Menacho esta misma tarde a mi clínica.
Rematando los lances con una media verónica con los pies asentados y manos muy bajas. A mi me encanta la foto.
Uno de los primeros muletazos, acoplándome a la buena embestida del novillo, al cual se le ve gordito.
Las dos siguientes fotos, dos muletazos con la derecha y cada vez que miro las fotos, mas me gusta el novillo.
Alargando la embestida, el novillo entregado, el torero gustándose, asentado, sacando pecho, metiendo riñones.
Me encanta el novillo, parece un torete, no podía fallar y no falló. Por el pitón izquierdo fue mas complicado pero se podía torear lo que pasa es que no me acoplé con el sobre todo por culpa de el viento las dos veces que lo intenté. Tengo alguna foto por el pitón izquierdo pero no son a destacar.
Rematando una serie cambiando de mano. El novillo queriendo alcanzar la muleta, estirando y alargando el cuello. Si os fijáis en todas las fotos, el torete no abrió nunca la boca, siempre con la boca cerrada, y eso que se le pusieron tres pares de banderillas de las de arpón grande y sangró.
Me concedieron las dos orejas, tengo una en cada mano, pero solo enseñé una pues después de haber pinchado a la hora de matar, no creo merecido el doble trofeo.
Rechacé una de las orejas pero tengo que decir por que así lo pienso, que si mato a la primera recibiendo como lo intenté, me hubiesen dado el rabo, pues a mis compañeros también le habían otorgado las dos orejas con pinchazo incluído. No hubiese paseado el rabo pues lo justo creo hubiesen sido las dos orejas de haber matado a la primera.
Dando una clamorosa vuelta al ruedo con la oreja de la mano. El público estuvo muy cariñoso conmigo, estuvo fenomenal con todos los toreros, pero conmigo creo que se portaron extraordinariamente. Quiero dar las gracias a ese público que me pidió las dos orejas y que desde el primer momento cuando comencé a torear a la Verónica, rompieron en una clamorosa ovación e incluso se pusieron en pie.
Me voy a Cuba
Bueno, mañana marcho para Cuba invitado por el Instituto Nacional de Endocrinología y por el Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular. Voy a dar unas conferencias en el Congreso Panamericano de Endocrinología y en los cursos precongreso, así como participar en unas mesas de trabajo con varios compañeros de otros países americanos. Yo hablaré sobre el pie diabético y sus tratamientos. A mi regreso ya pondré fotos y escribiré algo sobre ello, pero seguiré poniendo fotos sobre el Festival de Guijuelo pues tengo que poner la fotos de Carlos e Ignacio Perelétegui y de Christian Canano.