Corrida de toros del Puerto de San Lorenzo en Salamanca para Antonio Ferrera y Javier Castaño mano a mano. La corrida de Lorenzo Fraile estuvo desigual de presentación, pero todos dignos para la plaza de toros de Salamanca. La corrida ha sido noble, ha tenido clase y calidad y todos han sido desorejables que no desorejados. La mayoría de ellos con poquitas fuerzas. En general una buena corrida.
No voy a entretenerme en analizar toro a toro ni cada faena, eso lo hacen otros en otros medios. Hoy voy a analizar a corrida en general. Creo que se han ido toros a los corrales con las orejas cuando deberían de haberse cortado al menos unas 5 orejas, bajo mi criterio. Antonio Ferrera ha estado variado en todos los tercios, con mucha entrega y con dominio de la situación en cada momento. Ferrera está muy seguro últimamente. Lo he visto torear bastante y desde que lo vi en Quito, Ecuador, ha experimentado en su toreo grandes cambios.
Con el capote, variado y pinturero, puso banderillas en todos los tercios y de todo tipo, algunos de los pares de mucho mérito. Con la muleta es donde ha experimentado el cambio que yo decía desde que lo vi torear en Ecuador. Me gusta el Ferrera que torea derecho, cargando la suerte, vertical y "amanzanerado", pero amanzanerado como el padre, con clase, con empaque.
No me gusta el Ferrera retorcido, barroco, con unos escorzos exagerados, demasiado teatrero y con mucha milonga.
Este es el Ferrera que me gusta, un Ferrera que sabe torear, siempre ha sabido torear aún incluso cuando el maestro de la crítica Alfonso Navalón lo llamaba Antonio Ferrari; lo que ocurría es que si no actuaba como Ferrari, no toreaba. Vi mucho a Ferrera cuando era manzanarista, cuando toreaba realmente bien y con mucha clase, pero cambió por que si seguía así no toreaba, no lo contrataban y al cambiar, comenzó a correr, a saltar y no gustarme.
Tal vez no sea muy objetivo juzgando a Javier Castaño pues realmente siempre le deseo lo mejor, siempre deseo esté bien, pero creo que en esta ocasión, sí voy a ser objetivo. Javier Castaño en general ha estado bien, tanto con capote como con muleta y hablo en general sin especificar toro por toro. Con el capote ha dado algunas buenas verónicas y alguna buena chicuelina.
Con la muleta en ocasiones estuvo, sobre todo en el primer toro, sin centrarse mucho y dejándose tropezar mucho la muleta pero el toro tenía ese puntito de violencia al rematar el muletazo que no dejaba estar a gusto a Castaño el cual no le cogió el aire.
En otras ocasiones ha estado rotundo, muy bien, con mucho temple. He seguido mucho a Javier Castaño y en otras ocasiones lo he visto mucho, muchísimo mejor, pero Castaño ha demostrado que sabe torear con gusto, cosas que pocas veces pude hacer y demostrar debido a las corridas duras que mata, las cuales no permiten torear con el gusto y la clase que permiten y han permitido los toros de Lorenzo Fraile, toros para torear, no para pelear.
Lo dicho, Castaño sabe torear con gusto y así le pegó unos cuantos muletazos. Volvió a demostrar una vez mas el valor que atesora, volvió a los terrenos del miedo, a las cercanías donde en un principio siempre basaba sus faenas, sitio de gran mérito y que muchos no valoraron en su momento hasta que casi queda parado y sin torear durante varios años hasta que a fuerza de paciencia y perseverancia resucitó para gloria del toreo. Este torero tiene un gran mérito, un mérito tremendo. Nadie daba un duro por el, yo, nunca perdí la esperanza y me alegro de que él no se aburriese y saliese del ostracismo.
Castaño ha podido cortar varias orejas y salir a hombros junto a Ferrera, pero no mata ni a tiros. La espada le está quitando muchas puertas grandes, le está haciendo perder muchos trofeos y tiene que tomar cartas en el asunto y tomar medidas, no puede seguir así. Cada vez que estropea una faena por culpa de la espada se debería de acordar del destierro taurino al que estuvo sometido durante varios años y del que salió para gloria de los aficionados. Castaño ha estado como un Roble sin rematar, le ha faltado la espada.
Pongo unas imágenes de tres toros de Lorenzo Fraile arrancándose al caballo, galopando, de lejos, una gozada. Una pena que tuviesen tan poquita fuerza para tanta clase. Enhorabuena al Puerto de San Lorenzo pero Lorenzo, poner manos a la obra, tomar cartas en el asunto y solucionar el problema de debilidad. Estos mismos toros con fuerza, algo mas de transmisión y picados, abrían sido de auténtico escándalo y algunos de vuelta al ruedo.
Es una pena que algunos casi ni se picaran y que no se llevasen al caballo dos veces para ver como respondían pero creo que eso ya lo tenemos perdido y la afición lo da por asumido, lo cual es un gran error pues ni los ganaderos tomarán cartas en el asunto para solucionar la falta de fuerzas y los toreros no pondrán al toro al caballo para picarlos tan solo para marcarlos.
Hace 30 años los toros en Salamanca tomaban dos y tres puyazos, tenían mas movilidad y repetían mas. Hubo una época en la que los toros se caían mucho y se subsanó, pero no se le ha devuelto la fortaleza para entrar al caballo dos y tres veces, ¿se ha perdido esto para siempre?