He pasado unos cuantos días en Portugal concretamente en Oporto, invitado por los compañeros portugueses para participar en el VI Congreso Nacional de Podología. Invitados de España acudimos Virginia Novel y un servidor, y para mi ha sido un verdadero honor, además compartí mesa con Virginia y el Podiatra Dr. Demoiny, profesor de la Temple University de Filadelfia.
Además de lo científico, han sido unos días de gran gastronomía. El primer día fuimos a cenar al Restaurante O Paparico, un gran restaurante en el que además de buena comida te encuentras con una amabilidad extraordinaria por parte de su dueño, un joven siempre pendiente de ti pero sin llegar a empalagar y sin ser pesado, sino todo lo contrario, correcto, amable, servicial y que puedes contar con él para lo que necesites. Entiende de vinos y te recomienda vinos concretos dependiendo de lo que comas. El local está bien decorado y es una casa antigua de piedra, la comida, estupenda y algunos platos extraordinarios. Cuando llegas al restaurante tienes que llamar a la puerta para que te abran, y te abre precisamente su anfitrión, Sergio, el cual está enamorado de su trabajo y se le nota en todo momento. Tiene una pequeña estancia para esperar hasta que pasas a ocupar tu mesa, y allí mismo, Sergio te ofrece tomar un vino o una cerveza. Estamos en Portugal, y no como en España donde está absolutamente prohibido fumar, aquí hay restaurantes con zonas para fumadores, algo que no molesta a los que no fuman, pues es una estancia completamente distinta. Bueno, sigamos con la cena en O Paparico. Los entrantes nos los puso Sergio a su elección y la verdad, acertó casi en su totalidad. Nos puso cinco entrantes entre los que destacamos el paté de ternera con una salsa caramelizada creo que en vino de Oporto que estaba genial; una torta de queso prácticamente líquido pero de sabor fuerte, a curado, que era una delicia; unas rodajas de una salchicha de lomo de cerdo ahumado que no estaba mal.
El congreso de celebró en el Aula Magna de la Facultad de Medicina, un gran marco para un evento al que le auguro un gran futuro.
Como dije al principio, compartí mesa con Virginia Novel y con el Dr. Demoiny. En esta foto, Virginia en su disertación.
En estas otras fotos, yo presentando mi ponencia.
Con Victor Hugo.
Ahora resulta que este tonto calvo, este chulo que siempre está presumiendo de trabajar, tiene la culpa de que vayan a poner en la Universidad de Salamanca, el Grado de Podología, según pone un idiota podólogo de Salamanca en un comentario del blog de inquisidorpodológico. Este pobre idiota de las favelas podológicas salmantinas, dice además que yo tengo la culpa de que Virginia esté detrás de ello por que yo, este pobre tonto calvo, me he enfrentado a ella. Como se puede comprobar, este pobre idiota de los suburbios podológicos salmantinos y españoles, no tiene dos dedos de frente, debe de tener un coeficiente intelectual de subnormal profundo, es un verdadero tonto del culo auténtico. Se escuda detrás de un anonimato por que le da miedo a mostrar su identidad, a que sepamos quién es el pobre idiota, un pobre idiota que no tiene ni siquiera valor para insultarme identificándose. Hay otros compañeros salmantinos y alguna compañera salmantina que está a favor de la creación de podología en Salamanca, parece estén esperando la oportunidad de enrolarse en la Universidad, respeto su opinión, pero no la comparto, no hacen falta mas Escuelas de Podología en España. Todo se puede argumentar, pero decir la idiotez de que yo tengo la culpa de ello y que es por haberme enfrentado a Virginia y que ella anda detrás del proyecto, es pura idiocia (trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida). Toda la vida intentando recuperar a tontos (que padece cierta deficiencia mental), y alguno de ellos se resiste y se vuelve idiota (que padece idiocia y dice idioteces). A un idiota de este calibre ya no se le puede reeducar, se vuelve materialmente escoria cerebral humana con el cerebro sin neuronas y el cráneo lleno de humor acuoso. Este pobre hombre idiota me achacó un comentario anónimo vertido hacia él, en el cual le llamaban guilipollas en el blog antes mencionado. Yo doy la cara, y le digo al hombrito, que no es guilipollas, !qué mas quisiera él!, es idiota. Hago una pregunta, ¿tendrá este idiota antecedentes familiares de idiotez y sanitarios?, jajajaja. Estoy seguro que si pongo seis nombres, acierto quien es el miserable.
Bueno, este tonto calvo se despide hasta mañana, para ver si puede seguir presumiendo de su trabajo, el cual le fascina. Mañana opero al hijo de la ginecóloga de mi hermana y espero y deseo que todo salga bien. !Ah!, me encantan que idiotas de este tipo me lean, lean mi blog y se instruyan un poquito, jejeje.