No mas de mil personas nos dimos cita ayer en la Plaza de Toros de la Glorieta y casi la mitad de ellas se encontraban en el callejón y en el ruedo. Hubo mucho gorrón que antes nunca estuvo en callejón de una plaza de toros, algunos de los cuales ni siquiera tenían entrada para ayudar a la causa. Los únicos que tenían escusa para permanecer en el callejón sin haber pasado por taquilla, eran los profesionales taurinos que esa tarde actuaban (toreros, apoderados, ganaderos), los profesionales de la información, la empresa y pare usted de contar, el resto, sobraban. Solo vi a un político de relevancia local, a Fernando Pablos, el cual, estaba muy bien en el callejón; pero hay que decir que tenía su entrada pagada pues había pasado por taquilla.
Sobre el festival, hay que reseñar que si no hubiese sido por el mal tiempo, el resultado artístico hubiese sido otro. De las orejas cortadas no me acuerdo, pues pongo, en estos casos, poca atención en ello. Creo que cortó una oreja Salvador Ruano, otra Juan Andrés Gonzalez y dos Damián Castaño. Se pudieron cortar mas, pero el mal uso del estoque impidió mas trofeos.
La presentación del ganado para este tipo de expectáculo y tal como estaba montado, no estuvo mal en líneas generales, aunque algún novillo bajó demasiado la presentación siendo esta desigual. Se lidiaron tres toros y el resto utreros y un eral.
En primer lugar se lidió un novillo mal presentado para rejones, y mal presentado me refiero a ese pitón izquierdo lo que le hacía ser un animal para matarlo a puerta cerrada, no en público. Por otro lado el novillo era bastote y con kilos.
El rejoneador Sergio Dominguez no estuvo mal, calentado al personal con algunos quiebros y muestras de la doma de sus caballos. Si mata a la primera, corta seguro una oreja, pero pegó un sainete.
El segundo de la tarde, era un toro con kilos y bonito, bien presentado y colaborador con el cual Alvaro de la Calle tuvo buenos momentos pero como es lógico, su falta de actividad lo notó a lo largo de ir avanzando la faena. Alvaro no estuvo mal y si lo mata a la primera, otra oreja hubiese ido a sus manos.
El tercero de la tarde era un novillo mas feote pero también con buena presentación para el festival.
Salvador Ruano comenzó con un saludo capotero por verónicas muy entonado, estando digno con el capote.
Durante la faena de muleta comenzó a diluviar y el personal dejó un tanto de lado la labor de Salva, el cual tuvo pasajes muy importantes, notándose también su falta de actividad, algo irremediable. Hay gente, aficionados, que la verdad, no los entiendo. Solo critican y critican sin ver las circunstancias en las que se encuentran estos toreros. Uno decía que es normal que se encuentren en la situación en la que se encuentran, toreando lo mal que torean. Amigo aficionado, el oficio se aprende toreando, si no se torea, no puedes pedir que estén cono El Juli, un maestro del toreo que es mas tosco y basto que muchos de los que están dando tumbos, pero que a fuerza de torear cientos y cientos de corridas, a fuerza de amor propio, a fuerza de tesón, a fuerza de valor, El Juli merece todos los respetos del mundo y es reconocido por ello, pero no por su exquisitez toreando.
Salva no estuvo mal y ya digo que no se le dio, debido al aguacero, la importancia que tuvo su faena, la cual, en otras condiciones hubiese cortado dos orejas y no una.
Para Juan Andrés Gonzalez saltó al ruedo un auténtico tío, alto, con cara y cinqueño. El toro colaboró a que Juan Andrés estuviese bien he hiciese posíblemente lo mas meritorio de la tarde, que no lo mejor. El toro estaba escurrido pero tenía kilos de sobra, pesando lo que muchos no piensan.
Para Alberto Revesado saltó al ruedo un toro bien presentado de Torrealta, bien hecho, hondo, con kilos, y de buenas hechuras, precioso.
No se lo puso fácil al torero y posíblemente fuese el diestro que mas notó su falta de actividad. El toro no fue malo, pero exigía a un torero con mucho mas oficio.
Damián Castaño estuvo en Damián. Un poco mas asentado que en otras ocasiones demostró que ha evolucionado y no se ha quedado estancado en su toreo.
De su muleta salieron los muletazos mas largos y templados de la tarde, siendo por ello el triunfador.
Damián sigue estando en novillero pero con mas conocimiento de lo que hace y teniendo en cuenta las condiciones del animal, cosa que antes le pasaban desapercibidas. A pesar de todo, se tiene que asentar mas, dejar esos alardes al finalizar cada serie y mandar un poquito mas en sus faenas. Bien Damián, vas por buen camino.
En último lugar saltó al ruedo un eralito bien presentado, mansote pero que se dejó torear, algo que no consiguió en su totalidad el novillero vallisoletano procedente de Alaejos, pueblo en el que he toreado en varias ocasiones, y en donde salían verdaderos tíos.
Pablo Santana no se acopló al principio con el novillo pero al sacarlo a los medios, dio cuenta de varias tandas de muletazos tanto por la izquierda como por la derecha que no estuvieron mal. Es la primera vez que lo veo y no tengo argumentos para juzgarlo, por lo cual esperaré a verle en mas ocasiones.