El diario de mi Clínica prácticamente dia a día. Comentarios y problemas con los que me encuentro, patologías que se me presentan y otros temas podológicos o que no vienen a cuento. Por que me da la gana.

lunes, 6 de febrero de 2012

Torear en Salamanca, bailar en Sevilla. Ola de Frío Siberiano. Alguna aclaración.

De momento no voy a publicar sobre Podología, publicaré menos de todo y volveré a editar algo sobre podología cuando tenga algo de ganas cosa que haré dentro de no mucho tiempo, pero cuando esté mas motivado.                                  Hoy voy a hablar de toros y de alguna cosita mas pero no mucho mas.                                       Corría, creo, el año 1985 (he perdido las fechas) y toreé en la Plaza de Toros de Salamanca, La Glorieta, con Mario Herrero (hoy gran picador, entonces novillero), Daniel María y Julio Norte, el cual se estaba convirtiendo en un novillero prometedor. En la foto de izquierda a derecha están los novilleros nombrados. Yo estoy entre el Dani, vestido de blanco y Julio Norte, que es el que se encuentra a la derecha de la foto. Por ese entonces yo tenía bastante pelo y un poquito de melenita, me podía hacer la coleta natural.
Este festival lo toreé con una ilusión enorme, era la primera vez que toreaba en la Plaza de Toros de Salamanca, mi ciudad, donde siempre había soñado torear, donde mas ilusión me hacía torear, mas que en la Maestranza de Sevilla y mas que en Las Ventas de Madrid. Para mi, Salamanca significaba ver cumplido parte de mi sueño, el sueño de ser torero y torear en mi Salamanca, ciudad de la que estoy enamorado y Plaza de Toros que siempre ha estado en mi corazón desde pequeñito. A la Plaza de Toros de Salamanca me llevaron mi Abuelo, mi Tía y mi madre cuando yo aún era un pequeño bebé, desde entonces me llevaron a todas las ferias y festejos celebrados en la Glorieta. Ahí fue donde comenzó mi pasión por los Toros, ahí comenzó mi amor por el TORO, por el Mundo del Toro, por esa religión que para mi significa el toreo, por esa forma de vida que muchos no comprenden y que para mi es una verdadera droga de la cual no he podido desprenderme nunca y siempre llevaré dentro de mi interior. El torear en ese Templo que para mi era la Plaza de Toros de Salamanca ya era ver cumplido en parte un sueño, un sueño que no pude cumplir completamente pues en Salamanca solo toreé dos veces, dos festivales, y mi ilusión hubiese sido haber toreado de matador de toros, algo que nunca pude cumplir, ni siquiera torear vestido de luces, pues en dos ocasiones me prometieron ponerme en la feria y nunca lo cumplieron.
El cartel de este festival era un tanto atractivo. Toreábamos cuatro novilleros que teníamos entonces cierto tirón y nos conocía suficientemente la gente. Toreábamos por los pueblos de la provincia con cierta asiduidad por entonces y llegábamos con buen cartel, sobre todo Julio Norte, que como digo, apuntaba muy buenas maneras y era el que mas apoyos tenía por entonces por parte de los profesionales taurinos.
Ahora paso a contar la anécdota de este día.
Por la tarde, los cuatro novilleros citados anteriormente (de izd. a dch. en la foto, Mario Herrero, El Dani, Bernardino Basas y Julio Norte) nos íbamos a enfrentar a reses de Francisco Madrazo, de La Vádima. Yo conocía perféctamente la ganadería, había tentado muchas veces vacas de Paco Madrazo, origen Santa Coloma, y sabía mas o menos como podían salir. Al sorteo mandé a mi amigo Manolo, El Rubio de La Glorieta, para que sacase el papelito del novillo que me correspondería en el sorteo de las doce del medio día. Al sorteo yo no fui, para eso mandé al Rubio, pero al sorteo si subió Julio Norte, con el cual yo no me llevaba muy bien, ni yo ni muchos toreros. Julio nunca se llevó bien con muchos compañeros, era demasiado suyo (hoy en día, no tengo absolutamente nada contra Julio Norte, nos saludamos y nos respetamos). Pues bien, a la hora indicada del sorteo, Julio Norte alegó que como yo no había subido al sorteo y no había nadie de mi cuadrilla, se sorteaban todos los novillos menos el mas grande y astifino, el cual, me lo dejaban para mi. Por entonces, Jerte era el apoderado de Norte y les comió el coco a todos los que estaban allí y los convenció para que me dejaran el novillo mas grande y astifino sin dejar participar en el sorteo del resto de los novillos al Rubio de la Glorieta, el cual, cuando llegó a casa, me contó lo que había pasado.
Ya por la tarde, cuando llegué al Patio de Cuadrillas de la Plaza de Toros, lo primero que hice fue darle las gracias irónicamente a Julio Norte.


Esa tarde se arrepintieron todos de dejarme el novillo que nadie quería, para mi. El novillo era muy astifino, no estaba afeitado para ser un festival, ninguno lo estaba, pero es que a los otros animales no les hacía falta, al mio, no le hubiese venido mal un pequeño toquecito. Otra pequeña anécdota es que Tomás Pallín, novillero con el que toreé en mas de una ocasión, me dijo que si era capaz de recibir al novillo a Portagayola, rodilla en tierra, según salía, me pagaba una cena. No lo hice por la cena, sino por orgullo, me fui derecho a la puerta de chiqueros y según salió el novillo, me pegó un volteretón impresionante. Me cogió para matarme, menos mal que me cogió entre pitón y pitón y con su testud me dio en toda la cabeza. Tuve dolor de cabeza durante dos días y en broma me decían los banderilleros al finalizar el festival que los matarifes decían que el novillo tenía un coagulo en la cabeza del golpe que se había pegado con la mía. Me levanté totalmente mareado, la Plaza de Toros me daba vueltas, pero tomé de nuevo el capote y le comencé a pegar verónicas, delantales, chicuelinas y la plaza se volvió loca dándome una ovación que me hizo sentir importante. Era la primera vez que me aplaudían con tanta fuerza en una plaza de toros, y mas, estaba en la Plaza de Toros de Salamanca. En la foto de arriba estoy lanceando al novillo y al fondo a la derecha podemos ver al Zamorano, al cual llevé de banderillero junto a Jesús Muñoz.

En esta otra foto estoy toreando por Delantales y luego le hice un quite por Tapatías. Cuando cogí la muleta le brindé el novillo a mi madre y de nuevo otra ovación que me llegó al alma. Comencé la faena doblándome por bajo con el novillo pues tenía mucha fuerza y había que templarlo y poderle mucho. Carlos Manuel Perelétegui Vicente, crítico taurino del Adelanto, me hizo una buena crónica y dijo que mi comienzo de faena había sido muy torero, lo mas torero de toda la tarde.

Fui metiendo al novillo en la muleta, fue perdiendo el ímpetu, se fue templando. El novillo resultó ser noble, muy noble y yo, la verdad, lo toreé bien cosa que ratificaron los periódicos por medio de Perelétegui padre y de Toño Blazquez, críticos de esa època en ambos periódicos.

Al novillo le pegué muletazos largos, series largas, lo toreé por derechazos, al natural, le hice el pase de las flores, le pegué trincherazos, disfruté, disfruté como nunca antes lo había hecho toreando novilladas vestido de luces, tal vez por que me encontraba toreando en la Plaza de Toros de La Glorieta, la plaza de toros de mi tierra.

Al final tuve un pequeño error, lo pinché una vez y lo maté a la segunda, aún así, me concedieron las dos orejas. Hablé con Simón Carreño y me dijo estaría en la novillada de la feria, algo que no sucedió y que después del segundo festival que toreé me volvieron a prometer y no cumplieron. En la foto en la que estoy dando la vuelta al ruedo  podemos ver a los banderilleros Flores Blazquez, El Zamorano y Jesús Muñoz.
El resto de los novillos no salieron nada buenos y el peor de todos, el de Julio Norte, tal vez como castigo de la mala leche que tuvieron en el sorteo. Mario Herrero estuvo discreto con su novillo, un novillo pegajoso que no se desplazaba. Mario Herrero es hijo de Salvador Herrero, un gran picador de toros y hoy Mario, se ha convertido, junto a su hermano, en otro gran picador de toros. El Dani tampoco tuvo su tarde, su novillo no fue bueno pero estaba muy poco toreado. Los dos novilleros mas toreados éramos Julio Norte y yo, que era el mas veterano. Yo ya llevaba varios años dando tumbos por los pueblos y toreando desde 1981 y Julio Norte llevaba dos buenas temporadas desde que vino de la muy poco taurina tierra leonesa de Astorga. Julio Norte esta tarde estuvo de pena, mas tiempo en el aire que con los pies en el suelo. El novillo de Julio Norte como digo, salió el peor de todos, incluso parecía toreado aunque no lo estaba, el caso es que a Norte le dio varias volteretas, alguna un poco fea. Las miradas entre unos y otros eran de sonrisas pues ya digo, había un pique tremendo entre todos. Hasta aquí la historia de la primera vez que toreé en Salamanca, en mi Salamanca.

Hubo una temporada en mi vida en la cual gané algunos concursos de baile, concretamente de sevillanas. Dí clases de baile de sevillanas en Salamanca y en Alba de Tormes. Por ese entonces había mucha afición al baile de este tipo, proliferando por toda España locales de baile flamenco, sevillanas, rumbas, etc., así como academias de aprendizaje. Cuando estaba dando clases de sevillanas me contrataron para bailar en algunos pueblos, entre ellos en Alaejos en la provincia de Valladolid, donde organicé un grupo con el que bailamos con gran éxito. Fue una etapa en la que gané un buen dinerito con el baile. En una ocasión fui a la Feria de Sevilla y cuando estaba bailando no se creían que fuese de Salamanca, algunos hacían corro para ver cono bailábamos y en la caseta donde estuvimos, causamos furor. Bailábamos mejor los de Salamanca que los propios sevillanos. En esta foto estoy con la que fue mi pareja de baile en esa época, Mari Sol, un encanto con la que comencé a dar clases de Sevillanas y ganábamos concursos. Mari Sol posteriormente fue la novia de el hoy matador de toros y ganadero de toros bravos.......(os váis a quedar con las ganas que no lo voy a decir). Con el tiempo y las circunstancias esta pareja de baile se terminó, pero estuvimos juntos por lo menos tres años, posteriormente mi nueva pareja tanto de baile como sentimental, fue la que daba clases conmigo y con la que bailaba, al final, terminamos liados por mucho tiempo.

Esta foto en la que estoy con Mari Sol es de un concurso de baile que se celebró durante la feria de Abril pero en Salamanca, en plena calle Zamora, al lado de la Plaza Mayor. Desde que iba al colegio ya bailaba algo de flamenco y lo bailaba con una chica por entonces muy guapa llamada Mercedes, Merche para los que éramos sus amigos. Con Merche me entendía muy bien bailando sevillanas y todo lo que fuese flamenquito, de hecho, cuando salíamos muchas veces del colegio a la Plazuela de San Juan de Sahagún, montábamos una pequeña juerga donde bailábamos. Hoy en día muchas amigas me quieren sacar a bailar y casi ni me apetece. Dicen que soy un gran bailarín, bueno, lo era, ya no y lo cierto es que bailaba bien, pero me sacan del flamenquito, pasodobles, sevillanas y na de na, no bailo ni salsa, ni cumbia, ni bachata, ni merengue, ni vallenatos, ni timbas que es lo que se baila en Sur América. Algo de perreo y de lambada bailo, pero tengo que estar muy animado, jejeje.

El Sábado me acerqué al río, me fui a dar una vuelta al campo, hacía mucho tiempo que no había pasado tanto frío ni había vuelto a ver el río tan helado como en esta ocasión. Hacía años que el río no se helaba pero este año hemos tenido temparaturas adecuadas para ello. En la provincia de Salamanca hemos estado a -14º, 14 grados bajo cero en la Covatilla. El Viernes por la mañana cuando fui a la clínica, a las 8 de la mañana hacía siete grados bajo cero, -7 grados.

Esta ola de frio Siberiano que hemos padecido parece que ya se está alejando y hoy el día a amanecido soleado y con 0 grados, o sea, ni frío, ni calor. En Colombia y en Cuba, cuando tienen 18 grados dicen que hace frío, no saben lo que es realmente el frío.

En mi anterior entrada han realizado varios comentarios, y otros cuantos que no he publicado por ser ofensivos, algunos hacia mi y otros hacia otro compañero, además de ser escritos por anónimos cobardes incapaces de decir las cosas a la cara.
Que conste que a mi no me molesta que me critiquen, lo que me molesta es que me den una puñalada trapera por la espalda y mas, una persona a la que aprecias y sientes afecto por ella. Una cosa es criticar y otra cosa es llamarte prepotente, decir que me creo mas que nadie y mas cosas. Posiblemente yo no hubiese actuado así, hubiese llamado al autor del escrito (si a una persona la aprecio o lo considero, no lo apedreo públicamente, le digo las cosas a la cara), le hubiese dicho que no me parece correcto lo que ha escrito, o tal vez hubiese realizado una crítica a su escrito diciendo que no estoy conforme con lo manifestado pero nunca "trapear" y ofender al considerado amigo. Yo tampoco tengo miedo a la crítica constructiva, sí tengo miedo a la traición, a la desconsideración, a la falta de amistad, a la crítica dañina e hiriente. En la entrada anterior he publicado comentarios tanto a mi favor como en contra de mi. No creo que el compañero que me ofendió me tenga envidia de ningún tipo, en eso estáis confundidos los que pensáis así, tampoco es un mediocre ni mucho menos, es un gran profesional con la suficiente experiencia como para hacer una escuela y dar lecciones a mucho indocumentado, pero en algunos comentarios realizados en su blog, si veo mucho mierdecilla suelto, mediocres de tres al cuarto que dicen que yo estoy subido, incluso hace una crítica hacia los compañeros Cubanos, Brasileños, Colombianos menospreciándolos y diciendo que cualquier podólogo español es el Rey en esos países (todos menos el, pues si leemos su comentario se le ve muy cortito como profesional y como persona) y que a veces se siente vergüenza ajena leyendo mi blog (el mediocre este si parece que lo lee). Yo no he publicado en mis comentarios, ningun comentario ofensivo hacia el compañero L.S.Q. y menos, si lo firma un imbécil. De nuevo vuelvo a decir que soy un podólogo normal y corriente, que no soy ninguna eminencia, que soy mejor que muchos y peor que muchos, que no me creo mas que nadie y esto sí, que estudio y me preparo como un loco por que mi profesión me encanta, me gusta y disfruto con ella y lo que mas me llena es aprender y aprender, de todos, incluso de los compañeros Sur Americanos despreciados por algunos imbéciles que se creen superiores y que posiblemente sean unos mediocres que tendrían mucho que aprender.
Yo no mando una prueba diagnóstica, sea la que sea, TAC, RM, GM, RX si no lo creo indispensable, pero a veces no damos con el diagnóstico correcto auque nos pensemos que somos muy buenos. Algunos son capaces de sacar el índice de YAO con su dedito, solo palpando las arterias, yo soy tan malo y tan torpe que no puedo y me ayudo muchas veces de pruebas que realmente son costosas pero a veces, imprescindibles, lo que no quiere decir, que siempre lo sean o hagan falta.