Mientras he estado en Perú, el mes de noviembre se ha comportado un poco flojo de pacientes. Ayer y hoy hemos tenido pocos pacientes de quiropodias, nos hemos salvado por varios papilomas, plantillas, radiografías y onicocriptosis. Este mes se va a salvar en positivo, con un leve crecimiento con respecto a noviembre del año pasado, gracias a las cirugías, a los estudios biomecánicos, a las plantillas, a los papilomas, radiografías y otras patologías diferentes a las quiropodias. Si solo nos dedicásemos a las quiropodias hubiese sido un mal mes. No sé como le irá a otros compañeros que solo hagan quiropodias y poco mas, al menos en Salamanca algunos me han comentado que la cosa está muy, muy floja y que el número de pacientes les ha descendido mucho, que casi no tienen pacientes. Una compañera con la que he estado esta mañana me ha dicho que hay días que no pasa de 8 o 10 pacientes al día, cuando antes hacía el doble. No sé si será la crisis o es que el mes viene así. Por lo que veo, no nos podemos quejar. De aquí a final de mes tengo de momento 6 cirugías, tres de ellas complicadas, de las difíciles y otras tres sencillas, de dedos en garra y un quiste. Además tenemos programadas cuatro onicocriptosis, tres Fenoles y un Supann I. Tengo programados varios estudios biomecánicos a atletas que vienen de fuera de Salamanca, a ver si vienen todos, por que hoy, me ha faltado uno de ellos y me ha dejado colgada una hora que podía haberle dado a otra persona.
Pongo dos casos curiosos que hemos tenido hoy. Este primer caso es el de una chica que atendió mi hermano, la cual presentaba un hematoma a nivel distal del primer dedo del pie derecho. Refería mucho dolor al tocarle en la punta del dedo, donde notábamos la zona indurada y ella un dolor insoportable. A la paciente también le dolía el canal peroneal.
Al apretarle el dedo comenzó a salir por la parte distal del mismo, donde estaba localizado el hematoma e inflamación, una especie de esquirlas blanquecinas y duras.
No era ni mas ni menos que lámina ungueal, la uña, una espícula de la uña que había ido creciendo por la parte interna del dedo hasta salir por la zona distal. Esto es debido a una mal corte, en el cual se dejó esta espícula que ha ido creciendo e incarnándose.
En el canal, aunque ella pensaba que se había cortado toda la uña, tenía una espícula que era la parte proximal del trozo de esquirla sacada distalmente.
Espícula sacada y alivio momentáneo. La paciente salió sin dolor, algo que no podía creer después de varios meses soportando dolor y acudiendo a otra compañera la cual cortaba un trozo de uña, un trozo de espícula, pero no sacaba toda la espícula, la cual iba creciendo hasta salir por la parte distal.
Otra paciente ha venido por presentar gran edema en ambos pies, edema que también tenía supramaleolarmente. Decía que no padecía problemas de corazón ni de riñón.
Le tomé la tensión y la tenía muy alta, presentaba una presión sistólica de 179 mmHg y una presión diastólica de 89 mmHg. Además de la hipertensión, esta estaba descompensada. El índice de Yao, tobillo brazo era normal. Le he mandado realizar una analítica completa, muy completa, tanto de sangre como de orina y en un principio la he mandado tomar un diurético (Seguril), 40 mg. diarios en principio hasta que me traiga la analítica. Si hay indicios de problemas renales o cardiacos la remitiré al especialista correspondiente, en otro caso, seguiremos realizando mandar pruebas y remitiendo a la paciente a otros profesionales. En principio presenta retención de líquidos pues nos comenta bebe poco y orina muy poco pero eso ya nos está indicando algo. Si logramos reducir el edema con 40 mg., bajaremos la dosis a 20mg día.
Voy a contar una pequeña anécdota, hoy he tenido 11 pacientes seguidos cuyo nombre comenzaba con la letra A, algo curioso, estos eran, por orden de llegada, Angel, Anunciaciòn, Angeles, Ana, Adela, Antonio, Agustín, Andrés, Anais, Alberto y Aida. Bueno, entre medias de Agustín y Andrés, vino una paciente llamada Mª Auxiliadora, la cual rompió un poquito la lista, con lo cual sería, seguidos seguidos, 5.
Machu Picchu es la octava maravilla del Mundo, pero para mi es mucho mas, Machu Picchu es la sensación de ver algo majestuoso, distinto, te llena de paz, de asombro, de emoción. Cuando uno piensa en como tuvo que ser esa civilización se siente pequeño con respecto a los avances actuales. He querido poner esta foto de la izquierda por que en Machu Picchu llueve con frecuencia, pero tras la lluvia, viene el arco iris, lo cual hace aún mas majestuoso el conjunto. Nosotros tuvimos suerte, no nos llovió nada mas que cuando regresábamos a Lima.
Esto es Cuzco o Cusco, una ciudad preciosa, una ciudad Inca en todos los sentidos colonizada y expoliada por Pizarro, el cual, cometió, junto a su ejército un montón de tropelías, asesinando al Inca y a los Quechuas que se oponían a la dictadura del los españoles, algo que no aprobó nunca la corona española, pero que los conquistadores y los Virreyes se pasaban por el forro de las narices y aniquilaban a todo indígena que se les oponía. En Lima estaba la sede de la Inquisición, la cual visité, y en ella eran acusados de herejes muchos inocentes y condenados los que no se convertían al catolicismo, lo que tampoco era aprobado por unos cuantos sacerdotes con dos dedos de frente, pero su fue aprobado, por lo leído en la historia, por el Vaticano.
El Nevado Verónica me cautivó, es impresionante, con sus nieves perpétuas, con su belleza, con su misterio, con el misterio que tiene toda esta tierra, arco iris, lluvia, sol, luna......
De nuevo en Machu Picchu, un lugar para soñar. La camisa que llevo puesta me la regaló Judith Pérez Espejo, una maravillosa mujer descendiente del Noveno Inca, el último Inca, y como no podía ser de otra forma, una mujer luchadora, revolucionaria, extraordinaria, y para mi orgullo, amiga mía.
Con Mari Mar en Machu Picchu. Mari Mar es Cubana, Senegalesa, Peruana, Machu Picchana y Cusqueña, aunque algo de Limeña también tiene. Mari Mar no soporta las alturas, lo pasa muy mal, pero el Machu Picchu le cautivó, casi se queda en ese lugar, lugar para ella, lleno de energia pues las piernas le temblaban y notaba corrientes y cosquilleos por su cuerpo. Dicen que Machu Picchu está lleno de energía pero yo, la verdad, bajé cansado y casi sin energías, y lo dicho, Mari Mar, casi se queda en ese mágico lugar. Una vez llegamos a todo lo alto, no se atrevía a bajar, se quedó petrificada, inmóvil, con temblores en sus miembros inferiores.
Machu Picchu, majestuoso. La ciudad perdida, perdida para algunos, el alma Quechua sigue viviendo allí, el Inca sigue velando por sus Vírgenes y esta ciudad sigue presente, y gracias a la naturaleza, ni Pizarro ni ninguno de los españoles pudimos acceder a ella; es por ello que el espíritu de los Incas y el alma de de los Quechuas sigue presente en lo mas intimo de sus muros, en cada piedra, en el aire.
Mari Mar y yo entre uno de los templos de Machu Picchu, ventanas orientadas según el sol, según la luna, para que el solsticio de invierno, como lo llaman ellos, entre por la ventana central e ilumine la piedra sagrada que mira al cosmos. Esas montañas, esas nubes, todo es un misterio.
En ocasiones hay subidas y pendientes muy escarpadas, la altura se siente en los pulmones, hay que parar y descansar. Las escaleras son incas y no estaban hechas para los turistas.
Después de una subida, hay que descansar y nada mejor que dentro de una casa Quechua, con grandes bloques de piedra.
En lo mas alto de la fortaleza Inca, el abismo al fondo. En esta zona está el centro astrológico, la piedra Intihuatana con la cual se orientaban en el Universo
Hay ríos trucheros por todas partes, la trucha abunda por doquier. Este es el río que atraviesa Aguas Calientes, el pueblo antes de comenzar la ascensión a la Ciudad Perdida.
Bajando de Machu Picchu el río es imponente, baja con furia por el deshielo de la nieve de los Andes. Al fondo y a lado, mas ruinas de los Incas, ruinas que se encuentras a lo largo del recorrido del río, el cual desemboca, después de muchos kilómetros, en el Amazonas.
Se tardan cuatro horas de Machu Picchu a Cuzco, anochece en los Andes, y la Luna aparece en lo alto de las montañas nevadas, paisaje lleno de belleza y melancolía, paz para el alma.
El tren que nos lleva de regreso, el Vista Dome, tiene grandes ventanales en el techo para ir admirando las montañas. Todo el recorrido a la orilla del río, atravesamos precipicios, paisajes impresionantes y curvas arriesgadas por las cuales ves como el tren serpentea.
Llegando a Ollantaytambo, seguimos la orilla del río, la Luna está mas cerca de nosotros el tren ilumina el recorrido. Estas fotos las tomé desde el vagón. casi a final del tren.
Otro día, seguiré con la experiencia por tierra de los Quechua, donde el alma de los Incas, sigue en cada valle, en cada cima, en el agua sagrada.