






PAPA AMERICANO
Habemus Papam.
Tenemos un nuevo Papa, esperemos que la Iglesia de un nuevo giro, un giro de 90 grados pues falta le hace. Todo el mundo critica a la Iglesia, pero siglo tras siglo, la Iglesia siempre sale vencedora y a algo se tiene que deber. Hoy he escuchado que en el mundo hay unos dos mil millones de católicos, vamos a poner que tan solo la mitad sean practicantes, o sea, mil millones de católicos practicantes en el mundo, ¿hay alguna organización de cualquier tipo que tenga mas adeptos, mas fieles, mas practicantes', pues no y esto, siglo tras siglo. Dicen las televisiones que el momento de la Fumata Blanca ha sido el mas visto en el mundo durante años y años, mucho mas que cualquier espectáculo mundial, mucho mas que la final del campeonato del mundo de futbol. ¿Qué tiene la Iglesia Católica para que todo esto ocurra?.
Yo soy creyente pero crítico con todo lo que pasa y han pasado y pasan muchas cosas, pero eso ocurre en cualquier núcleo humano, en la famillia, en el círculo de amigos, en la empresa, en la asociación, en los partidos políticos, en los gremios de trabajadores, etc, etc., pero hay que reconocer la labor que la Iglesia Católica realiza con los mas desfavorecidos, con los pobres, con el tercer mundo, con los enfermos de Sida, con los drogadictos. Ningún gobierno realiza la inmensa labor que realiza la Iglesia Católica, pero no, esto parece que no se difunde como cuando un cura desgraciado es un pederasta, o como cuando un párroco de una parroquia es un desgraciado y esquilma los cepillos, o como cuando un cura desgraciado comete cualquier otro tipo de delitos, o de lo tripones que son algunos curas, o de las riquezas que tiene la Iglesia, etc., etc. De toda la mierda y porquería sí se habla, de todo lo bueno, que es mucho mas, casi ni se nombra o se quiere obviar conscientemente. Yo no estoy de acuerdo con la Iglesia de la parafernalia, no estoy de acuerdo con tontería de estrenar zapatos rojos cardenalicios para un cónclave, no estoy de acuerdo con los anillos de oro del colegio cardenalicio, no estoy de acuerdo con la política eclesiástica de los colegios episcopales, arzobispales y demás nobleza en la que la curia de la iglesia no está con la realidad social; pero estoy con la iglesia del pueblo, con la iglesia que da su vida en las misiones, con la iglesia de los pobres, con la iglesia del necesitado, del oprimido, del que acude a Cáritas, con la iglesia verdadera.
Las grandes obras, los grandes hombres, siempre son criticados por hombres mediocres que no ven mas allá de sus propias narices y que solo ven lo malo, lo que quieren ver, ciegos del resto.
Yo, no soy de la curia.