La primera foto que cuelgo en el blog de hoy la hice en mi último viaje a Colombia, concretamente en Cali, donde en el cartel de reclamo para la feria caleña tienen colocado a El Juli, el cual ha realizado una faenas fabulosas en Cali y es un ídolo de la afición colombiana.
El otro merecedor del trofeo, como he dicho antes, fue Fernando Rodriguez, El ganadero de Adelaida Rodriguez, el cual echó un gran toro y además, de un trapío impresionante, como debe ser.

A parte de los trofeos entregados, se rindió merecido homenaje al matador de toros Angelete, al cual le concedió la alternativa Manolete, todo un mito del toreo, no solo por morir en Linares por la cornada de un Miura, sino por lo que fue y supuso para el toreo. El otro homenajeado fue mi amigo Manolo, El Rubio de la Glorieta, al cual le concedieron en vida (no póstumamente como han puesto los periódicos) la medalla al mérito taurino, pero que no la pudo recoger por encontrarse toreando en la Mónumental Plaza del Ruedo Eterno. Recogió la medalla su hijo y fue un momento muy emotivo, especialmente para mi. En las fotos siguientes estoy entregando la medalla al hijo de El Rubio de la Glorieta, mi amigo Manolo.
Mi hija recogió el inmerecido trofeo entregado a Juan del Álamo por un quite que no realizó y aquí entono un mea culpa por que como Presidente de la Peña Taurina Salmantina y como Presidente del jurado, nunca debí permitir esta concesión ni la entrega de este trofeo al no ir el interesado a cogerlo, argumentando estar en Francia, lo que se dijo públicamente según nos contó uno de sus apoderados, para risa y escarnio del personal presente en la sala. No sé a que se debe tamaña tontería, con lo fácil que hubiese sido renegar del trofeo por inmerecido, algo que hubiese honrado al torero y se le hubiese aplaudido, en cambio, ha quedado, tanto él como sus apoderados, como agentes burladores de una afición que les apoya y que ahora no les toman en serio. La tontería de algunos toreros y apoderados es supina, no sé que pretenden confundiendo y engañando al personal, haciendo quedar mal a las personas que dan la cara por ellos y los defienden, tal idiotez no hace nada mas que consigan que se les de la espalda y no se les tome en cuenta en sucesivas veces.

Mi hija con el Juli.
Mi hija con Domingo López Chaves.
Doña Pilar Fernandez Labrador, Teniente de Alcalde y concejala, una gran persona, toda una señora, junto a mi hija.
Bernardino Basas, osea yo, entre dos matadores de toros de los que siempre fui partidario, José Igancio Sánchez, el cual se parece a Richar Gere, y junto a Andrés Sánchez, al cual le tengo afecto desde que era un niño y he tentado varias veces con él, tanto de novillero como de matador de toros. Andrésin, como lo llamábamos de niño, se hizo torero, mejor dicho, decició ser torero y le entró la afición viéndonos torear de salón a unos cuantos toreros que íbamos al Barrio de San José, donde vivía su abuela y él bajaba a vernos torear y a dar sus primeros capotazos y muletazos. Recuedo cuando él contaba mas o menos unos diez años que me dijo que mordía la esclavina del capote por que me había visto hacerlo a mi una vez que me vio torear, algo que me reprochaba continuamente mi amigo Dionisio Rodriguez, Toreri, el cual decía que eso no era de toreros.
El hijo de El Rubio de la Glorieta, Chema, junto a mi hija, a Mari Mar y a Mamen.
Yo, junto a Mari Mar, Mamen y mi hija, tres guapas y un feo.