Otra de las cosas por las que ha sido bueno el día, es por que hemos tenido pacientes con diversas patologías ( pies planos, micosis, onicomicosis, papilomas, fascitis, dedos en garra, estudios biomecánicos, un preoperatorio, onicocriptosis varias, una intervención, varios pacientes para plantillas, una exóstosis subungueal, una gangrena en un dedo, un abceso en la planta del pie, varias curas y el resto quiropodias), lo cual demuestra que cuando el paciente sabe cual es el campo de actuación del podólogo, si el paciente sabe cuales son todas las competencias del podólogos, si el paciente sabe que el podólogo le puede solucionar sus problemas, el paciente se pone en manos del PODÓLOGO. Ahora bien, si el podólogo no es mas que un simple quiropodista, un pela callos puro y duro, un pedicurista de medio pelo que no le importa su profesión y solo le importa llegar a final de mes con unos cuantos euros en el bolsillo, el paciente solo lo verá como un callista, pedicuro o cortauñólogo haciendo flaco favor a la profesión.
En la primera foto podemos ver como está el dedo y en esta segunda, como vamos realizando la artroplastia, comiendo la falange con la fresa Shanonn corta y dejando un buen espacio.
!QUÉ PENA DE PROFESIÓN!
Me han llegado unos panfletos publicitiarios de un compañero o compañera, no quiero, especificar, que se anuncia para ir a domicilios por tan solo 25 euros y si es en residencias geriátricas para un grupo de personas, a 15 euros cada una. Otra compañera de Salamanca dice que lo que estamos cobrando algunos privadamente es abusivo, que 30 euros por quiropodia es un robo; mi hermana le comenta que cuánto le ha cobrado la peluquera por darse la mechas (la pobre chica no sabe donde meter la cabeza). Le explica que la peluquera, con todos mis respetos, no tiene estudios (universitarios), y el nivel de inversión y de sacrificio que ha tenido que realizar su familia, no es el mismo que el que han tenido que hacer sus padres, pagándole una carrera universitaria, pagándole una residencia o un apartamento fuera de Salamanca, y la manutención. La pobre es tan cortita que no lo entiende y en su clínica está cobrando entre 15 y 18 euros a los paciente privados. Estos pobres compañeros y compañeras, están tirando la profesión por los suelos, no se dan cuenta que están haciendo el ridículo mas espantoso, no piensan que hace por ejemplo 15 años, ya cobrábamos mas que ellos y los pacientes lo pagan sin problemas, el problema es cuando llegan ellos y ellas bajándose los pantalones y subiéndose las faldas y entonces esos mismos pacientes ya ven la historia de otra forma. Otra compañera de Salamanca, está yendo a domicilios también por 25 euros, mucho menos de lo que cobra un alectricista por cambiarte un tubo fluorescente, el cual nos cobró no hace mucho 60 euros por ir a la clínica, abrir la carcasa y poner el fluorescente, invirtiendo para ello un tiempo de unos 15 minutos y un gasto de unos 10 euros. Esta generación de nuevos compañeros y compañeras que se infravaloran e infravaloran la profesión, están destrozando todo lo conseguido en una profesión autónoma con unas competencias extraordinarias. Hubo una temporada en la que incluso los defendía un poco, los exculpaba parcialmente, los comprendía a medias pues son chavales y chicas jóvenes y recién terminados que se tienen que buscar la vida como sea pues el trabajo está muy mal para ellos, pero cuando los escuchas, los oyes hablar, intentas comprender sus argumentos, te dan ganas de retorcerles la lengua pues sus razonamientos son de lo más básico y absurdo. Argumentan que si no cobran menos que los demás no tendrán pacientes, dicen que es que los podólogos que llevamos tiempo cobramos demasiando y que 30 euros por quiropodia es abusivo y un robo, que ir a domicilio por 60 euros es un atraco, argumentan que estamos en una sociedad de libre competencia y que no hay competencia desleal por lo cual pueden cobrar lo que quieran. Estos argumentos hacen que no los defienda, sino que me encrespe y los ataque sin piedad, pues están haciendo un daño enorme a la PODOLOGÍA. Otro compañero hace bonos como en las peluquerías, una consulta de quiropodia 20 euros, dos quiropodias 18, tres quiropodias 15 euros. Si saca un bono de 35 euros podrá acudir cuatro veces a consulta y además de hacerle la quiropodia se le realizará un masaje relajante de pies. !Manda güevos, como está el asunto!. Esto no tiene otro nombre nada mas que prostitución podológica. Esta profesión se está llenando de prostitutas y prostitutos "podo ilógicos". Una opción respetable es que se dediquen únicamente a la quiropodia, nada que objetar, pero cobrando dignamente, precios normales, no prostituyéndose de esa manera.
En Salamanca, y en muchos sitios, varias clínicas o consultas de podología han cerrado y están cerrando. Algunos compañeros y compañeras han sacado oposiciones al ayuntamiento, otros y otras se han dedicado a la enfermería exclusivamente pues con la podología, de la forma que trabajaban, no sacaban ni para el alquiler del chiringuito (habitación o cubículo pequeñito con un sillón y un micromotor, de nos mas de 8 metros cuadrados, dando una mala imagen de la profesión, algo que se podía entender hace 40 años, pero no actualmente), otros y otras se han dedicado al comercio, etc., creo que una compañera de Madrid, incluso, ha dejado su consulta y ahora es guardia civil.
La semana pasada mi hermano tuvo un caso curioso. Le llega una paciente emperifollada, muy puesta ella, de puluquería y bien vestida con adornos varios. Se descalza, lleva las uñas de los pies pintadas y saca del bolso quitaesmaltes para dárselo a mi hermano y que le quitase la laca de las uñas. La mujer venía por una compañía de seguros médicos y con una uña incarnada e infectada por que se la había cortado ella con tijeras y se la manipuló con unas pinzas. Mi hermano le dice que esa patología no se la cubre la compañía, que se lo tiene que cobrar aparte que de todas formas, el, como podólogo no quita el esmalte de las uñas que se las despinte ella. La señora un poco enojada le dice que ella va a otra podóloga y que siempre le ha quitado el esmalte de las uñas, que para eso lleva ella la acetona, y que eso se lo pasa por la compañía de seguros. Mi hermano le insiste en que nosotros no, que cada podólogo se prestigia o desprestigia de una forma y que si quiere, le trata la uña incarnada y le cobra 40 euros. La paciente acepta, se quita ella el esmalte de las uñas, paga los 40 euros y se va a protestar a la compañía de seguros, la cual la manda con cajas destempladas de la oficina y además le dice que si eso se lo ha hecho una podóloga del cuadro de la compañía de seguros, esa podóloga es TONTAAAAAAAA.
Bueno, esta es mi última entrada antes de irme a Ecuador. Pasado mañana día 21 salgo para Madrid a coger el avión rumbo a Quito, donde voy a impartir un Seminario Hispano Ecuatoriano muy intenso, en el cual hablaré del pie diabético, de la onicocriptosis y sus tratamientos quirúrgicos, de deformidades de los pies, de fascitis y su tratamiento físico, de dedos en garra y en martillo, de siliconas con un taller de siliconas y uno de uñas incarnadas, etc. Desde Ecuador si puedo, pondré alguna entrada y ya no volveré hasta el día 4 de Octubre.