Esta tarde he disfrutado viendo a dos torerazos pegando muletazos de ensueño y nada mas y nada menos que en la Plaza de Toros de Bilbao, donde se enfrentaron a toros con cuajo, trapío, respeto. Para mi Morante de la Puebla posíblemente sea uno de los toreros mas importantes de la historia del toreo, al igual que José Tomas, El Viti, Ordoñez, Joselito, Belmonte....Siempre me ha gustado el arte, me fascinaba Curro Romero, me encantaba Rafael de Paula, pero Morante de la Puebla supera mi admiración por los demás. Morante es único, irrepetible hasta el momento. Como todos los genios es un gran excéntrico con momentos geniales y faenas antológicas (no las de hoy que conste), faenas irrepetibles e irrealizables por otro ser humano. Morante es distinto, tiene arte, duende, sentimiento, arrebato, profundidad, misterio, locura y valor, que no lo olvide nadie, valor; pero cuando no tiene el ánimo, cuando no lo ve claro, cuando le entra el miedo en el cuerpo, puede dejarse ir un buen toro sin casi haberlo intentado, pero estos toreros son así. Esta tarde en Bilbao a dado los mejores muletazos de la tarde y los mejores naturales de lo que llevamos de feria. Que muletazos, que naturales, que duende, que misterio, que torería. Con el capote no hizo mucho, pero esos atisbos de verónicas, esa media, como mete la barbilla, como para los pies, como mece los brazos. Cada día me gusta mas.
Leandro es un pedazo de torero, largo, profundo, con arte, con verdad, con pureza. Este torero podría estar en lo mas alto de el toreo, podría estar rico podrido, millonario por los cuatro costados, pero por culpa de la espada muchas veces se lo ha dejado ir. Es de los toreros que mejor torea en la actualidad y ojo, le sirven mas toros que a muchos, pero no termina de meterse en las ferias por culpa de un estoque que pincha demasiadas veces en hueso y hace que pierda orejas de verdadero peso, como le ha sucedido esta tarde, donde ha realizado la mejor faena, la faena mas completa de lo que llevamos en la Semana Grande de Bilbao. Que derechazos, que naturales, que trincherazos, que faena mas rica mamasita linda (como dicen en Colombia), pero que pena que pinchara. Ha podido salir esta tarde a hombros, pero como le sucedió hace años en la Plaza de Toros de Sevilla, en la Real Maestranza, se dejó ir de nuevo una de las oportunidades de su vida, y con la televisión de testigo. Yo, si fuese Leandro, esta noche no podría pegar ojo, no podría dormir, tendría verdaderas pesadillas y no me quedaría mas remedio que levantarme, mirar a La Luna y pedirle como si fuese Dios, que terminara con esta situación y que hiciese que se cumpliese mi sueño de ser figura del toreo, para lo cual, Leandro, tiene todas las condiciones del Mundo.
A poca suerte que tenga y a poco que La Luna le ayude, veremos a Leandro torear en todas las plazas, en todas las ferias y ser uno de los toreros importantes del escalafón con el cual hay que contar para montar las mejores corridas de las temporadas venideras.
Cada día La Luna me inspira mas, cada día estoy mas enamorado de este satélite, satélite que para mi se está convirtiendo en un planeta propio, que digo en un planeta, en una Estrella con luz propia, una estrella tan importante como el Sol. Si por el día necesito el Sol para vivir, por la noche, necesito a La Luna para soñar. !Cuánto me gustaría torear desnudo bajo la atenta mirada de La Luna!. El toro y yo solos, solo ante el toro que amo, con el miedo y el placer metidos en el cuerpo a partes iguales, entregando mi alma, mi corazón, mi vida, ante dos pitones, dos pitones que me pueden partir por la mitad o que me pueden hacer el hombre mas feliz de El Mundo, y todo, ante solo la atenta mirada de La Luna. !Véis como necesito a La Luna para soñar!. Sé que alguien me entenderá, aunque esta locura es casi imposible de comprender. La Luna permanece callada, escucha mi ilusión, comprende mi locura, y en el silencio de la noche, la miro, cierro los ojos y parece que escucho sus palabras diciendo, Berna, yo si te entiendo. De vez en cuando necesito escuchar el silencio de la noche, escuchar la música de las estrellas e imaginar que toreo para La Luna mientras ella me toca un pasodoble, un pasodoble lento, como si de un vals se tratase, como si esa música se convirtiera en un baile romántico en el cual ambos estuviésemos agarrados y unidos hasta el final de la faena. Así siento yo el toreo, con esta intensidad, con esta locura, con esta sinrazón, con esta pasión.
La semana pasada me fui a pescar salmones del Danubio, hacía años que no me tocaba el coto. Fui con mi amigo Carlos. Me presenté en la orilla de el río a las siete de la mañana, y nada mas llegar pesqué el primer salmón de los tres que me picaron en todo el día. Fue un salmón pequeño el cual se rindió pronto a la lucha, pesaría medio kilo. El segundo salmón lo conseguí tres cuartos de hora mas tarde, y este ya me hizo disfrutar mas, aunque tampoco fue muy grande, pesaría unos cuatro kilos, salmón del que pongo las fotos en el blog. El salmón presentó una buena pelea, me entró a un rapala grande floating, flotante en español.
Fijaros que bocaza, se clavó las dos poteras y al desclavar los anzuelos, dió un coletazo y me clavó uno de ellos en la mano.
Aquí casi lo tengo rendido, fijaros que cabeza, que cuerpo. El tercer y último salmón lo pesqué media hora después, este mas pequeño que el anterior, pesaría cerca de los tres Kilos. Ya no volví a pescar nada hasta mas o menos las ocho y media de la tarde, momento en cual pesqué un lucio de cerca de un Kilo, no mas.
Ahora voy a poner algo de podología. Voy a poner las fotos de una operación a la que asistimos en Atlanta el primer día que acudimos a quirófanos. Esta fue la primera operación que vi este año en Atlanta.
A la paciente se le realizó una liberación del Nervio Tibial Posterior.