Esta no es una entrada habitual, estoy de puente, de un largo puente en el que no trabajo hasta el jueves, estoy de descanso y hemos salido a relajarnos un poquito. Se me ha suspendido un tetandero en el que no he podido torear a causa del mal tiempo, pero no importa, ya torearé a lo largo del próximo año. Espero desde Enero a Mayo poder torear de siete a diez tentaderos, no estoy para mas pues ya me pesan los años y cuando me meten ganado un poco fuerte y que aprieta, se me sale el corazón, sobre todo si los animales son gordos, astifinos y te buscan los tobillos. Si son nobles y se desplazan no tengo problemas, pero en cuanto reponen mas de la cuenta, me las hacen pasar mal.
Me siento un poco impotente, hay una persona a la cual le duele la cabeza, le duele el cuello, los hombros, los brazos y yo no puedo hacer nada; le duelen las caderas, las piernas, las rodillas y los pies, y yo, no puedo hacer nada. A veces, sin saber por qué, está como cansada, sin fuerzas en los brazos y en las piernas. Esta situación a veces me desespera, me siento impotente por no poder ayudarla, por no poder hacer nada para paliar sus dolores y que estos condicionen su vida. En fin, son cosas mias que no le interesan a nadie pero que quiero decir.
De nuevo ayer estuve hablando con un amigo al que ya he citado en otra entrada anterior y me pide consejo, consejo que yo no puedo dar por no ser la persona mas idónea para aconsejar a nadie, pero si la otra vez le dije que hiciese caso al corazón, ahora le digo que no se dé por vencido. Si te sirve de algo, en la vida a veces hay que perseverar, ser paciente, insistir y seguir luchando por lo que uno quiere. Muchas veces en la vida uno no se puede rendir, no se puede conformar y debe luchar y luchar por lo que uno anhela. Ánimo y no te des por vencido.
Mañana me voy a por setas, hoy he estado en la nieve.
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