El viernes fue un día de un poco de estrés. Realizé la intervención de unos dedos en garra, elevé dos metatarsianos a los cuales tuve que liberar el plato flexor con el Mc. Glamry, algo que a algunos compañeros no les gusta o ya no lo consideran necesario, cuando antes comenzó haciéndolo todo el mundo. Ahora, alegando que el McGlamry es un instrumento muy agresivo (es cierto, pero hay que utilizarlo con cautela y cuando es conveniente, no por sistema), lo quieren relegar de la práctica quirúrgica. Además de lo dicho anteriormente realicé una biopsia y al llevar la muestra a anatomía patológica, a eso de las ocho de la tarde, me encontré a tres compañeras salmantinas a las cuales saludé. Fue un día tremendo, terminé completamente agotado, realmente cansado y estresado. Menos mal que por la noche quedé con unos amigos, me fui a cenar a un restaurante que nos pusieron una croquetas de hongos, una ensalada de foe de pato y cecina de morucha, y una carne de morucha al Pedro Ximenez con setas, que estaba todo realmente bueno. Luego nos fuimos a tomar algo a la Gran Vía y llegamos a casa un poco tarde.
A las operaciones vinieron Miguel Angel Agudo y María Jesús Corona, Rocío el día antes, me comunicó que no podía. La semana que viene me quedan dos intervenciones y ya ninguna mas hasta mi regreso de mi próximo viaje, donde partiré seguidamente de ir al Seminario de Zaragoza los días 27, 28, y 29 del presente mes.
No tengo muchas ganas de escribir por lo que doy por terminada mi entrada de hoy.
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