domingo, 9 de junio de 2019

Tendinitis de Aquiles. Topaz. Fascitis Plantar. Topaz

 Esta pasada semana he tenido varias cirugías, entre ellas, una operación de una tendinopatía de Aquiles a un compañero podólogo de Toledo. En la cirugía estuvo su hija, estudiante de podología a punto de finalizar la carrera este año.
Tuvo hace ocho meses una rotura parcial del Tendón de Aquiles y desde entonces presenta un engrosamiento, fibrosis y acortamiento del mismo.
Le operé con el TOPAZ, una técnica que está dando muy buenos resultados y que muy pocos podólogos utilizan en España. La introduje en Europa hace ya algunos años, cuando ni siquiera los traumatólogos la utilizaban.
 En estas dos primeras fotos podemos ver la diferencia que hay entre un tendón y otro.
 En las ecografías se aprecia el engrosamiento del T.A.

 La intervención la realizamos con una anestesia loco regional.



 Mapeo la zona a intervenir, pintando los puntos por donde vamos a puncionar la piel y posteriormente introducir el TOPAZ.

Agujereo toda la zona a intervenir.
Agujereo todos y cada uno de los puntos que voy a "topacear". 







 Una vez realizados todos y cada uno de los agujeros, introducimos el terminal del TOPAZ por todos los orificios.

 Una vez introducido el terminal del TOPAZ por el agujero realizado en la piel, lo introducimos hasta la superficie del tendón y accionamos la Coblación, consistente en radiofrecuencia bipolar.



 Una vez que accionamos el pedal de la Coblación, el terminal del TOPAZ se introduce en el espesor del tendón vaporizándolo, pues este se pone a 50°.
Esta la acción la realizamos en los agujeros realizados en toda la zona afectada y con ello conseguimos una elongación del tendón y una regeneración del mismo, que es lo que intenta conseguir la radiofrecuencia bipolar.







 Conseguimos la elongación del tendón y ahora tenemos que esperar la regeneración.
Colocamos un Walker de caña alta a 90° para mantener el tendón elongado. 
El principal riesgo que corremos es la rotura del tendón, por eso colocamos el Walker, y aún así es posible la rotura del mismo una vez lo quitamos.
Aunque no es muy frecuente la situación descrita anteriormente, he tenido dos casos de rotura parcial del tendón, de forma longitudinal una, y otra de forma transversal. A los dos pacientes descritos anteriormente hubo que intervenirlos, al segundo le suturé el tendón y no hubo problemas, al primero no lo operé yo.

También he operado a un atleta de fascitis plantar el cual tuvo otra rotura de fascia, pero se le pasó el dolor de la misma a los tres o cuatro meses.
He operado a muchos de fascitis plantar y los porcentajes de efectividad para fascitis y tendinitis ronda del 80% al 90%.

Quiero dar las gracias a mis maestros, amigos y hermanos, Juan Carlos Goez y Emilio Goez, los cuales fueron quienes me enseñaron esta técnica en Estados Unidos.