domingo, 5 de agosto de 2018

Juanete de Sastre. Quinto varus. Operación de Juanete de sastre. Tentaderos y a prepararse.

El lunes pasado realicé una cirugía de Juanete de Sastre y quinto varus que tuvo varios contratiempos durante la misma. 
La mujer tiene 82 años y estaba anticoagulada, hipertensa y tomaba paracetamol durante mucho tiempo.
En la placa no se adivinaba ningún atisbo de osteoporosis. En el postoperatorio refirió que le había dicho el internista que tenía algo de osteoporosis, pero no aportó ningún tipo de prueba ni le habían realizado densitometría ósea.
A continuación paso a describir la cirugía. 


Realizo incisión dorsolateral y disección por planos..
En la foto se puede ver muy bien el extensor largo del quinto dedo. 
Realizo capsulotomía y luxación de la articulación.
El hueso se apreciaba amarillento pero no exageradamente lo cual no me hacía presagiar la blandura del mismo. 
Con la sierra sagital realizo la buniectomía o exostectomía y el hueso se cortaba como mantequilla, extremadamente blando. 


 Realizo osteotomía Austin.
Aquí realizando el brazo dorsal. La hoja de la sierra se hundía en el hueso con mucha facilidad.
 Realizando la osteotomía plantar.



 Comenzamos con el primer y segundo problema que se me presenta. Le comienza a subir la tensión a la paciente y le comienza a sangrar cuando estoy haciendo el agujero para introducir el tornillo y fijar la osteotomía.
En ese momento el hueso se desmorona y una de las personas que me estaba ayudando en la intervención se desmaya. 
La anestesista y una de las enfermeras se tienen que dedicar a recuperar a la compañera mareada.
Mientras, yo le elevo la pierna a la paciente para realizar isquemia por gravedad y se le pone un poco de midazolán para relajar a la paciente que está solo con anestesia local, y bajarle la tensión. 
Intento realizar otro agujero en otra parte de la osteotomía para introducir el tornillo y lo consigo sin que el hueso se desmorone. 
  Después de realizar la medición, cojo el tornillo correspondiente, un tornillo autorroscante de doble rosca, tornillo de compresión.
 En ese momento comienza a sangrar de nuevo y en esta ocasión no por aumento de la tensión, sino por que se bajó la presión del manguito de isquemia, lo cual sucedió en dos ocasiones.
Como cuando las cosas se ponen mal no vienen solas, cuando introduzco todo el tornillo e introduzco la cabeza roscada en la cortical, el hueso se desmorona y se miga, con lo cual, el tornillo no hacía ningún tipo de compresión y no hacía fijación. 
 Tuve que sacar el tornillo y dejar la osteotomía desmoronada sin fijar.
No me imagino si hubiese decidido realizar esta cirugía por cirugía MIS con la fresa Shannon, donde la fresa tiene un grosor considerable en comparación con la sierra, pero claro, el hueso se hubiese desmoronado igual o mas y así se hubiese dejado, la naturaleza es sabia y Dios existe.
Decidí suturar todo a tensión y fijarlo como pude, hueso con cápsula, amarrar todo y encapsularlo bien, ni me planteé intentarlo con agujas.
Cuando todo estaba bien amarrado comienza a sangrar por que de nuevo sube la tensión y aprecio que me había llevado un vasito de calibre considerable, algo que que puede suceder pero que fue culpa mía.
Localizamos los dos extremos de los vasos y como no podía faltar esa mañana, otro nuevo contratiempo, el bisturí eléctrico fallaba y tenemos que cambiarlo para poder cauterizarlos y cortar la hemorragia.
Por fin todo controlado, zona estable, sin sangrar, juanete quitado y el 5° varus enderezado. 
Realicé una sutura a tensión. En la foto se puede ver como el dedo está recto y el juanete ha desaparecido.
A las 48 horas la paciente estaba bien, sin hematomas, sin dolores y la osteotomía estable. El viernes seguía todo bien y la paciente caminando con calzado postquirúrgico.
Llevo varios fines de semana tentando, entrenando para prepararme para unos posibles festejos que tengo pensados torear antes de la jubilación como torero, que para eso llevo muchos años cotizando a la Seguridad Social desde que comencé en el Régimen Especial de Toreros en el año 1980, cuando se cotizaba mensualmente y no por boletines por festejo toreado. 
A finales de año dejo de torear y paso a cobrar una pensión vitalicia de 80.000 anuales, lo mismo que el Presidente del Gobierno.