miércoles, 25 de enero de 2012

Úlceras Vasculíticas. HeberProt P. El dolor de los demás también se siente. Primer día y primer susto.

Hoy he tenido tres operaciones, dos de ellas en el Hospital de la Santísima Trinidad, la otra, en mi clínica. En el hospital he operado un Hallux Varus o juanete de sastre, y un dedo en garra. Primera operación después de venir de Colombia y primer susto y disgusto. En las operaciones han estado mi hermano Antonio y Jorge Buch. La paciente entró en quirófona con la tensión alta, ella es hipertensa e hipotiroidea. Se tomó su medicación antes de ir a quirófanos, pero ya a punto de comenzar la intervención la tensión le subió. El mangito de isquemia lo pusimos hasta 260 mmHg pues la paciente tenía mas de 160 mmHg y una mínima de 90 mmHg. Durante la intervención comenzó a sangrar profusamente ya que la tensión arterial le subió a 210-101 mmHg. Tuvimos que quitarle la isquemia y sedarla pues la manteníamos solamente con anestesia local. Al sedarla la tensión arterial le bajó hasta 155 mmHg pero en pocos minutos volvió a subirle a 195-98 mmHg. Terminé la intervención y tuve que dejar ingresada a la paciente hasta que se normalizó relativamente,  pues la anestesista se quedó al cargo de la paciente hasta darle el alta. Durante la estancia en la habitación del hospital la tensión volvió a subirle y le dieron espasmos en las piernas. Parece que estas cosas solo me pasan a mi dentro de todos los podólogos que realizan cirugía en España, ¿o es que no lo cuentan?. Se marchó a casa con 165-85 mmHg, tensión también alta pero ya no preocupante. La operación del juanete de sastre es la que nos dio problemas, le hice un Austin y un cerclaje con reducción de la articulación MTF. Creo que ha salido bien si no hay problemas. Durante la intervención sangró bastante, pero al retirar el manguito de isquemia dejó de sangrar con tanta intensidad aunque el campo estaba muy ensangrentado. Prefiero operar con isquemia pero hay a veces que no es posible. Con isquemia se visualizan mejor todos los tejidos aunque algunos digan lo contrario.                    La operación del dedo en garra no dio problemas, esperemos que el post operatorio sea también bueno. En otra entrada pondré algunas fotos de las operaciones, fotos que tiró mi hermano.


En Colombia traté a una paciente con dos grandes úlceras vasculíticas en ambos tobillos, a nivel de maleolos tibiales. Como podéis ver en las fotos, las úlceras eran grandes, irregulares, con el lecho amarillento, irregular y en partes sobreelevado, con bordes eritematosos, con algo de celulitis circundante y muy, pero que muy dolorosas, invalidantes.

Las úlceras afectaban dermis y epidermis, no eran muy profundas. Se le hizo una biopsia y el resultado fue el de úlceras vasculísticas. No estaban infectadas, tenían un componente arterial. A la paciente no se le notaban casi los pulsos tibiales ni los pulsos pedios, pero tampoco tenía ausencia de los mismos, palpándose levemente.

La paciente era una enfermera jefe y llevaba 5 años con las úlceras, sufriendo grandes dolores y sin apenas poder ponerse de pies. Nos comentaba que no podía aguantar mas de 5 minutos en bipedestación y que el dolor era insoportable. Se realizaba ella las curas todos los días y decía que no soportaba ni un leve roce. La habían tratado los cirujanos vasculares, reumatólogos, y demás especialistas sin resultado de ningún tipo. Yo le propuse tratarla con el HeberProt P pero sin darle ninguna garantía de curación ni mejoría pues no sabía nada mas que hacerle para poder mejorarla. La paciente aceptó le realizara el tratamiento y ese mismo día le hice las primeras infiltraciones.

Los dolores de las inyecciones eras tremendos, la pobre mujer lloraba y lloraba y le ofrecía a Dios su dolor. Estuve a punto de interrumpir la primera sesión de infiltraciones pues el dolor era tan intenso que yo mismo lo podía sentir. Ese día estábamos en la clínica Jakelin Delgado y yo mientras la infiltraba y os puedo decir que los dos sufrimos una verdadera angustia. Fuera de la sala, en otras adyacentes, estaban Sandra, Luce, Liana, Victor Mónica, etc, y todos escucharon el sufrimiento, el dolor y los gritos de la paciente.


Las inyecciones con el HeberProt P hay que realizarlas tanto intralesionalmente como perilesionalmente, inyectando en el lecho de la úlcera y en los bordes. La inyección en los bordes era aún mas dolorosa.
  




La inyección en ciertas partes de la úlcera era casi indolora y un alivio para la paciente.

Terminé la sesión y mandé a la paciente para su casa para que regresara al tercer día a realizar una segunda sesión. Durante el resto del día la mujer refirió que tuvo dolor, sensación de quemazón, escozor, pero que al día siguiente y al otro, notó mucha mejoría y casi no le dolió nada la úlcera, pudiendo permanecer mas tiempo del habitual de pies, lo cual parecía un milagro.
Este es el estado de la úlcera a los tres días de la primera sesión del tratamiento con el HeberProt P. Las úlceras parece que tiene otro aspecto si las comparamos con las primeras fotos. Menos eritema perilesional, menos inflamación y lo mas importante, mucho menos dolor.

Procedimos a otra nueva sesión de infiltraciones y fue otro suplicio, otro tormento tanto para la paciente como para los que nos encontrábamos en la clínica. El sufrimiento de la paciente se notaba en nuestros propias caras. Yo miraba la cara de Jakelin y el rostro reflejaba el dolor de la paciente mas que otra cosa.

De nuevo pasamos un mal rato pero la paciente nos comentó que aún así le dolió menos que la primera sesión.


Ese mismo día volvió a tener dolores, sensación de quemazón, hormigueos, escozor, pero al día siguiente y los demás, permaneció de nuevo sin dolores diciendo que estaba mucho mejor que cuando le apliqué la primera sesión. Como vemos en las fotos, a los seis días de la primera sesión y a los tres días de la segunda sesión, las úlceras están con aspecto mucho mejor que al principio, pero lo mejor de todo es que la paciente sigue diciéndonos que puede caminar sin dolor, no como antes del tratamiento.
Procedí a realizarle la tercera sesión del tratamiento. En esta ocasión vinieron desde Ecuador Limber Freire, el cual dispone del medicamento en su país, la ecuatoriana Diana Flores y estuvieron presente también Luceliana y la Señora Delgado. En la foto estoy preparando el bulbo del HeberProt P. Este medicamento es extremadamente caro, costando cada vial unos 600 euros, todo dependiendo de los países. En Cuba, es gratuito para los cubanos.

Como digo, por tercera vez procedí a realizarle la sesión de tortura a la pobre mujer y en la sala no hubo ni una sola sonrisa, ni un solo atisbo de mirar hacia otro lado por parte de los asistentes, todos interesados en el proceso, todos con el rostro compungido por el sufrimiento de la paciente.

Esta sesión como todas, fue dolorosa y dolorida, pero aún, menos que las anteriores aunque la mujer siguió rogando a Dios ofreciendo su dolor, llorando de sufrimiento y en algunos momentos, rezando y gritando, lo cual te llega al alma.

Volví a ver a la mujer de nuevo a los tres días y la mejoría era muy notable a nivel visual. Las úlceras estaban mucho mas vascularizadas, el tejido de granulación se observaba por casi todo el lecho de las úlceras, la inflamación y el eritema junto a la celulitis de los bordes periulcerosos había disminuido muchísimo.


A la mujer le hice unas curas y la sensibilidad que tenía ya no la hacía gritar, no sentía tanto dolor, casi no notaba dolor al tocarle las úlceras.

Ya casi no había exudado y el poco que había era transparente, limpio.

Lo mejor de todo es que la paciente decía que podía caminar, que ya casi no le dolían después de años de sufrimiento sin poder estar mas de cinco minutos de pies. No tenía tanta sensibilidad en la zona y podía descansar mucho mejor. Estas lesiones son invalidantes y la mujer estaba satisfecha con el tratamiento, decía que hacía mucho tiempo que no sabía lo que era no tener dolor.
Este es el aspecto de las úlceras antes de venirme para España, un aspecto muy mejorado. Ahora solo hace falta que sigan aplicándole el tratamiento del HeberProt P cada tres días en Colombia, pues definitivamente este tratamiento funciona. Espero que las úlceras se le cierren, o al menos, como dice la paciente, por lo menos pueda caminar, permanecer mucho tiempo de pies sin dolor.

La paciente se cura todos los días las úlceras con un hidrogel para mantenerlas un poquito húmedas pero no en exceso y que no se peguen a los apósitos.
He tenido un correo de un compañero llamado José Raúl, pongo su nombre por que merece ponerlo. Es un compañero, así lo considero y no de otra forma, con grandes inquietudes, con afán de superación, muy preocupado por su formación y por avanzar profesionalmente, como me demuestra en su comentario. En su correo me pone que me admira y que le gustaría llegar a parecerse a mi, algo que me abruma grandemente. Muchos me dicen esas cosas y aunque es de agradecer y de sentirse orgulloso, yo siento rubor y vergüenza, no me gusta que me digan eso, yo no siento todo eso que me dicen, es mas, cada día pienso que se menos, que cada día que pasa me faltan mas cosas por aprender, que mi vacío es tan grande que no puedo resolver muchos problemas. Los conocimientos que uno tiene nunca son suficientes como para sentirse satisfecho, yo soy una persona totalmente insatisfecha. Cuando a un paciente le soluciono su problema realmente me siento satisfecho, pero cuando no puedo curar a un paciente, cuando no puedo solucionar el problema de un paciente que se ha puesto en mis manos con toda su confianza puesta en mi, me siento realmente mal, realmente insatisfecho, falto de conocimientos, falto de recursos. Me da rabia que un paciente confíe en mi y no pueda satisfacer sus necesidades, me da rabia que un paciente me tenga que pagar y no pueda resolver su problema. No trabajo por amor al arte aunque mi trabajo me fascina, no trabajo por amor al arte aunque me encante trabajar en una PODOLOGÍA INTEGRAL, es mas, cobro bien, creo que cobro con acuerdo al esfuerzo que he realizado para aprender lo poco que se, y por eso me da mas rabia el no poder solucionar ciertos problemas, por que los pacientes pagan y pagan bien para que los pueda curar. Yo no puedo operar a una persona por "cuatro duros", no, mi trabajo vale dinero, todo el dinero que yo he invertido en aprender, todo el dinero que valen los materiales, los instrumentos, los medicamentos, etc. y el porcentaje de éxito de los tratamientos hay que cobrarlo, por eso también cobro por enseñar lo poco que sé por que el aprendizaje no es gratuito ¿alguién ha estudiado gratis en la Universidad o ha ralizado Masteres, Seminarios, Cursos, etc, gratuitos?, no verdad, pues yo cuando enseño, también cobro. Esto no quita para que yo opere gratis a una persona sin recursos, a una persona que no tiene dinero, a alguien que realmente lo necesita; eso no quita para que yo enseñe algo y a alguien, a quien yo quiera, gratuitamente, sin contrapestación de ningún tipo. He dado clases en algún Seminario y en algún Curso en los cuales tan solo he cobrado los gastos, pero ha sido por que he querido, pero de eso a que me chuleen va un abismo. En estos momentos tengo pendientes varias personas, varios compañeros para que vengan a mi clínica a ver como trabajamos, para ver tratamientos que ellos no hacen, para ver operaciones que ellos quieren hacer, y por su puesto, estos compañeros están dispuestos a pagar lo que sea, pero a todos les digo lo mismo, yo soy un podólogo normal y corriente, nada excepcional, mejor que yo hay montones de podólogos, muchos, muchísimos, yo soy uno del montón, y lo digo públicamente. El que me consideren de otra forma, forma parte de los demás.
Cuando estuve en Colombia me escribió una compañera Brasileña que está dispuesta a venir a España a mi clínica durante una temporada, le dije lo que le cobraba y aceptó. Otra compañera portuguesa y otro compañero portugués, también están en lista de espera para venir, así como otros dos compañeros españoles, pero a todos les digo lo mismo, no soy ni mas ni menos que otros compañeros.
Gracias José Raúl.
Quiero dar las gracias también al compañero de Salamanca Rafael Arjona por mandarme a una paciente enfermera para operarla de un dedo en garra, supraductus y otro infraductus con clinodactilias.