sábado, 7 de mayo de 2011

Facultades de Podología de moda. Comida gallega.

Ya estoy en Salamanca después de unos días en Galicia, en concreto en El Ferrol, donde invitado por la Universidad de La Coruña he estado dando unas ponencias en La Facultad de Podología de El Ferrol, de donde vengo encantado. Ya dije en mi entrada anterior que no conocía las instalaciones de la Clínica Universitaria de Podología pero repito que tiene un gran potencial, solo tienen que aprovecharlo, que darle uso a tope y aprovechar el entorno en el que está inmersa. Aunque critique a muchos de los alumnos que terminan podología (solo critico a aquellos que después de realizar una carrera universitaria la tiran por los suelos cobrando una miseria por sus servicios, a aquellos que van de pueblo en pueblo por una mísera moneda, a aquellos que van con furgonetas realizando podología ambulante, a aquellos que van de casa en casa con un maletín de la mano y cobran menos que en una clínica, a aquellos no realizan nada mas que quiropodias y cuando les llegan otro tipo de pacientes los remiten a otros profesionales no podólogos por miedo a que le quiten los pacientes otros compañeros; critico a todos los compañeros que tiran por tierra el prestigio de una profesión y son incapaces de autovalorarse y de rentabilizar el gran esfuerzo que han realizado sus padres pagándole una profesión universitaria para que ahora trabajen como auténticos pedicuros pero cobrando menos que una esteticien o una peluquera que no tienen carrera universitaria; a esos, a todos esos son a los que critico, y claro, todos esos, no me pueden ni ver.), también hay muchos estudiantes de podología y compañeros recién terminados que tienen gran interés por ser buenos y grandes profesionales, con ansias de comerse el mundo, de aprender y de ir elevando el nivel de la profesión.
Igualmente critico a muchas escuelas y a muchos de sus profesores, pero no a todos y todos saben quienes son unos y otros. Con los años un recién acabado que se ha quedado en la universidad a dar clase puede llegar a ser buen docente, incluso algunos de ellos jamás en la vida han tenido clínica ni han sido clínicos, pero sí son grandes teóricos a lo largo de los años, pero hay otros que no mejoran con los años, siguen con lo que aprendieron en sus años de carrera y explicando a sus alumnos lo que ellos tienen en sus apuntes de primaria. ¿Cómo es posible que un estudiante recién terminada la carrera se ponga a dar clase?, ¿puede ser buen docente?, ¿puede ser buen profesional en la actualidad?, ¿pueden salir los alumnos bien preparados con profesores de esta índole?, pues no, claro que no, y esto está sucediendo a diestro y siniestro por las numerosas podofactorías que tenemos en nuestro país.
Según venía de camino desde Galicia, al pasar por el Bierzo, en la radio estaban hablando de las Universidades de Castillas y León, y hablaron de la petición y la posibilidad de abrir una nueva Facultad de Podología en El Bierzo y hablaron de la de Salamanca, diciendo que no es incompatible que en una Autonomía como Castillas y León hubiese mas de una Universidad con Podología. Lo que yo digo, a estos iluminados que no hacen un estudio de mercado les da lo mismo que salgan 100 que 5000 podólogos, y si luego tienen que buscarse la vida, ir al paro, ir desprestigiando e ir fastidiando la profesión les da lo mismo; y nuestros representantes, siguen sin hacer nada, y ya he dicho mas veces, de nada sirve que nuestros delegados o el mismo presidente de un Colegio vaya a hablar con el Rector o el Vicerrector correspondiente, esto tiene que ser a nivel institucional, a nivel del Consejo y hablarlo con los Ministerios correspondientes. ¿Sabéis cuántas Facultades de Farmacia se han abierto en España en los últimos 15 años?, ¿Sabéis cuántas de Podología?, pues eso. A ver si nos apretamos los machos y paramos la creación de mas Podofactorías o esto se va al traste.
Los que me conocen saben que una de mis aficiones es la gastronomía. Me gusta comer bien, cosas buenas, de calidad. Me gusta la buena comida y bebida y en El Ferrol he podido disfrutar de ello. Gracias a Predro Gil Manso y a Abián Mosquera he disfrutado de la comida gallega, comida que tanto me gusta, y que junto a la comida Vasca y Castellano-Leonesa, son de las mejores de España, auque en Cataluña haya grandes restaurantes y buena mesa.
Un día comí unos percebes riquísimos, percebes de culo de mono que son los mejores, junto con unos calamares bien preparados. De segundo plato un rodaballo salvaje que estaba para chuparse los dedos. Otro día cenamos un buen pulpo a la feira y un salpicón de marisco muy rico. De segundo tomé un lenguado que estaba estupendo, y ambos días, todo ello regado con dos buenos vinos denominación Rias Baixas, uno de O Rosal y otro de El Condado.



Me espera una próxima semana un tanto movida por varios aspectos. El lunes tengo dos intervenciones, una de ellas de las complicadas y que me trae de cabeza. Voy a operar a un paciente que viene desde Asturias, concretamente de Gijón de un hallux límitus yatrogénico. Es el paciente que operé con Juan Carlos Goez en el programa de Podología en la Calle para el Congreso de Gijón, el cual quiere que le opere ahora del otro pie. Le voy a colocar un implante de BioPro. El paciente ya está operado dos veces de ese pie, al igual que lo estaba del otro pie que le operamos. Por la tarde tengo otra intervención en la clínica a un paciente de Béjar, y quiero dar las gracias a la compañera de Bejar María Angeles Chacón que me mandó a otra paciente para operar y la operaré el martes. El Miércoles opero a otro paciente por la mañana, en total cuatro intervenciones en tres días, lo cual no está mal. Ya el miércoles por la tarde marcho de nuevo a Sevilla donde estaré hasta el Domingo por la mañana día en el que regresaré a Salamanca para en la siguiente semana operar a una mujer de Alba de Tormes el lunes y el miércoles me marcho para Cuba.