Hoy he terminado casi a las diez de la noche de trabajar pero tengo ganas de escribir mi entrada en el blog, aunque no quisiera enrollarme mucho. Comenzaré con algo de Portugal.
Durante los días que he estado en Oporto como he dicho en mi entrada anterior, comí de maravilla en los mejores restaurantes y sin pagar precios desorbitados. Otra de las cosas que me sedujo fueron los muchos vinos que probé y muchos buenos, tanto tintos como dulces. No sé que tiene la rivera del Duero, pero tanto en España como en Portugal, da vinos excelentes.
En Portugal también se toma buen café, en esta primera foto estoy en el Café Majestic, el mas emblemático de todo Oporto y uno de los sitios preferidos de mi amigo Pepe Marroyo.
Aquí estoy en el Restaurante D. Tonho, donde comimos estupendamente y tomamos un buen vino. El local es precioso y la comida, sobre todo la lamprea en su sangre, exquisita.
En el Restaurante O Paparico compramos una caja de botellas de vino de cosecha tardía que está riquísimo. Es un vino de huella, los pies pisan la uva y dejan en la tierra su impronta.
Ayer operé al hijo de la ginecóloga de mi hermana, y hoy he operado a la hija de un médico de familia, lo cual demuestra que la clase médica confía en los podólogos, al menos, muchos integrantes de la clase médica, siendo cada vez menos los médicos reacios a admitir que el podólogo es realmente el sanitario que en lineas generales sabe mas del pie. Ya he hablado de este tema en una entrada anterior no muy lejana y en la cual aclaré mi postura entre podólogos y traumatólogos.
Hoy voy a poner un caso de mi hermana, otro de mi hermano y dos mios.
El primer caso es el de un paciente al cual mi hermana le ha realizado una ortesis de silicona por tener los dedos en garra. Este paciente venía de peregrinar por varios compañeros y compañeras y traía ortesis de silicona de distintas formas y densidades. Mi hermana le ha realizado una cresta subfalángica sujeta entre los espacios interdigitales primero y cuarto. Los dedos estaban muy rígidos y le ha tenido que hacer una silicona dura y de densidad alta. Desde el primer momento le ha ido bien y no le molesta. El error de las otras siliconas que estaban bien realizadas por las compañeras y compañeros, es que eran demasiado blandas y no hacían nada. Caemos frecuentemente en el error de poner cosas blandas en los pies cuando a veces, una deformidad precisa una consistencia dura, una ortesis rígida o una semirígida para poder corregir la deformidad. Parece que nos da miedo el colocar algo rígido y duro y por eso, despachamos al paciente con algo blandito, liviano, que no moleste mucho o nada, aunque luego no le soluciones el problema o no le haga nada. Estoy cansado de ver montones de pacientes que viene a la clínica con plantillas blanditas pero nada eficaces, pacientes con pronación de retropié que vienen con soportes confeccionados por técnica en directo con materiales incapaces de corregir la deformidad, plantillas para pies cavos mas blandas que la mantequilla. Efectivamente, al paciente ni le molestan pero no notan mejoría de ningún tipo.
Yo he atendido a una paciente que vino por revisión de una operación que le realicé hace tres meses. La operé de juanetes y del segundo dedo en garra. La paciente está contenta, no tiene dolores y camina bien, pero yo no estoy satisfecho del todo. En el segundo dedo, el cual era muy largo, debí dejarlo un poco mas corto. Le realicé una artrodesis y la incisión fue horizontal. Debí de acortarlo un poco mas pues el primer radio se se me ha acortado mas de lo que yo quería. Lo principal, el dolor que tenía al caminar, se lo he quitado, pero biomecánicamente creo que es posible que a largo plazo con el tiempo, me presente una sobrecarga del segundo radio. Dentro de unos dos o tres meses le colocaré unas plantillas, algo que le comenté a la paciente antes de operarla; además el pie contrario necesita unos soportes cuanto antes.
El caso de mi hermano es el de una paciente con el síndrome de las uñas amarillas. Hace poco puse un caso mio en una de las entradas y expliqué un poco que era, pero voy a recordar algo. El síndrome de las uñas amarillas es una afección de causa desconocida que compromete los sistemas respiratorio, linfático e inmunitario. Aún no se pueden establecer pautas de diagnóstico o tratamiento pues es muy poco conocida. El síndrome se describió por primera vez en 1964, como la combinación de uñas amarillas de lento crecimiento y edema de piernas. Más tarde, se reconoció la asociación frecuente con manifestaciones pulmonares y derrame pleural. La tríada integrada por uñas anormales, linfedema y derrame pleural se comunicó en aproximadamente 100 casos. Los 3 componentes juntos se presentan en el 25% de los pacientes pero la decoloración ungueal aparece en el 89% de los casos. Sin embargo, todos los pacientes experimentan un lento crecimiento de sus uñas, que se presentan engrosadas, amarillentas, con curvatura convexa muy marcada, onicolisis, pérdida de la cutícula y resalto transverso o longitudinal. Estas alteraciones también son compatibles con onicomicosis, pero no responden al tratamiento específico para los hongos. En cambio, si se cultivan las uñas desprendidas, se obtienen resultados positivos para cándida, aunque no se considera que este microorganismo sea el causante verdadero de la enfermedad.
El último caso que pongo es el de un paciente que vino hace años a mi clínica, exáctamente hace siete años y medio, con una gran úlcera en el quinto dedo. Lo llevaban curando mas de 6 meses en el centro de salud y el dedo iba empeorando pero le iban diciendo que no era nada, que estaba bien y que tardaba en curar. Cuando llegó a mis manos no pudimos hacer nada por salvarle el dedo, el cual hubo que amputarle, pero gracias a ello, la cosa no fue a mas. Ahora viene por que presenta dolor en el cuarto dedo debido a que se le ha puesto en garra y le roza con el zapato. El paciente es diabético y le he recomendado operarlo como solución preventiva. Dice que se lo pensará pero que después de la otra experiencia, dice que seguro decidirá operarse.
Siguiendo con lo de Los Padres de la Podología, decir tengo que estoy recibiendo muchos correos, algunos a los comentarios y otros a mi correo particular, donde me indican muchos otros padres de la podología y tengo que decir que padres son los que he nombrado, ni uno mas, ni uno menos. Posteriormente han sido muchos los compañeros relevantes en la profesión, compañeros pioneros en muchas facetas como la cirugía, la biomecánica, la podología deportiva, etc., pero eso no es motivo para proclamarlos ni proclamarse padres de la podología. Después de LOS PADRES DE LA PODOLOGÍA, otros muchos, bueno, no tantos, tan solo unos cuantos que se pueden citar con los dedos de las dos manos, han contribuido al engrandecimiento de esta profesión y no me refiero a los presidentes de los Colegios, ni Asociaciones, ni Federaciones, ni Escuelas, aunque algunos si coinciden, me refiero a los que se han partido el pecho de verdad y han luchado por esta profesión y se han dejado la piel, unas veces con aciertos y otras con errores, pero siempre en beneficio de la Podología. Hay algunos nombres que algunos tienen en la mente, pero algunos de esos nombres que me dicen, lo único que han hecho es en beneficio propio y esos no merecen ni ser nombrados.
Unos me dicen y yo corroboro, que entre la lista de ilustres debe estar D. Luis Aycart, un gran profesional y pionero que fue de la cirugía podológica, además, padre de Javier Aycart, otro de los nombres importantes dentro de la podología española. Dioni, mi amigo Dionisio Martos, uno de los mejores profesionales de la actualidad, me dice que para él Victor Nieto y Enrique Gonzalez deben de figurar dentro de los padres de nuestra profesión y yo digo que no son de los padres de la profesión pero si son de los pioneros y grandes profesionales.
¿Qué quienes han hecho algo importante por esta profesión?, pues muchos, entre ellos voy a citar, después de LOS PADRES DE LA PODOLOGÍA, a Pepe Valero, a Virginia, a Máximo Gonzalez Jurado (aunque algunos lo nieguen), a José María Agudo Yañez (primer podólogo en utilizar aparato de rayos X hace muchos años, por los años 70), a Pepe Ramos (alguién no sabe lo que hizo), y paro de decir mas nombres por que diga los que diga, me vais a proponer a otros y con unos estaréis de acuerdo y con otros no, pero esto es lo que hay.