Siento tristeza por el cariz que están tomando ultimamente los comentarios en los blogs, escudándose en una libertad de expresión mal entendida. Comentarios en los que se vierten insultos gratuitos, insultos graves, insultos dirigidos a ciertas personas con pelos y señales, pero comentarios que se escudan detrás de anónimos, anónimos cobardes incapaces de dar la cara por que parece ser que no tienen sentido de libertad, no se sienten libres para decir lo que piensan y se enconden detrás de una máscara sin rostro. A los que criticamos dando la cara, a los que manifestamos nuestras opiniones, a los que libremente mostramos nuestros pensamientos públicamente, nos parten la cara, nos increpan, nos insultan impúnemente, nos vilipendian, nos intentan desprestigiar y nos intentan machacar vilmente, personas mediocres que se escudan detrás de un cobarde anónimo; porque detrás de cada anónimo, hay una persona con cierto temor a algo, con miedo a que le critiquen a él personalmente, con miedo a que le hagan lo mismo que él está haciendo con otros. Estos anónimos que sacan al aire la porquería de los demás, son incapaces de ver sus propias miserias. Todos, absolutamente todos, tenemos cosas que callar, y cuando nos atrevemos a decir algo y a juzgar a alguien firmando con nuestro nombre y apellidos, sabemos a lo que estamos dispuestos, a que nos critiquen, a que nos juzguen a nosotros también del mismo modo que nosotros lo hacemos.
Todos tenemos derecho a criticar, todos estamos sometidos debido a ese derecho, a ser criticados, pero siempre las críticas deben ser realizadas desde el respeto y la educación, algo que en muchos casos se está perdiendo incluso por mi parte, pero siempre dando la cara. No entiendo esas críticas encarnizadas, críticas de mala gente y de resentidos que solo quieren hacer daño, críticas de cobardes que se esconden por que realmente tienen unos prejuicios de los cuales se acomplejan y el principal de ellos es la vergüenza y el que le respondan con la misma moneda. Los anónimos y los psudónimos son imprescindibles e interesantes, necesarios y esperados, pero los anónimos siempre que critiquen con respeto, educación y constructivamente, no con chabacanería, insultando gratuita y gravemente, difamando, haciendo daño a posta, eso, esos anónimos, no son admisibles unque algunos intenten justificarlos.
Ya he dicho en otras entradas que yo he publicado todos los comentarios habidos y por haber. Antes publicaba cualquier tipo de comentarios, incluso los que me insultaban y me agredían gravemente, los que iban contra mi persona sin ningún tipo de consideración, y los que criticaban a los demás sin ningún tipo de contemplación. Ahora ya no lo hago, estoy cansado de tanto cobarde, me da pena la dinámica que ha tomado esto, siento gran tristeza por que dentro de la podología esté sucediendo todo lo que está pasando.
Me llegan muchos comentarios últimamente sobre el tema del Consejo General de Colegios de Podólogos. Muchos me dicen que por qué ya no opino sobre la actualidad de la política podológica, pues muy sencillo, por que no sirve de nada. En esta ocasión me voy a mojar un poquito y voy a opinar humildemente y con riesgo a equivocarme, como siempre, sobre el asunto del Consejo. En estos momentos pienso que el Consejo está rozando la ilegalidad pero también están en esa situación el Colegio de Podólogos de Madrid, en donde debería estar como cabeza visible Marta Losa. Los estatutos provisionales lo dicen claro todo todito y los estatutos no se pueden obviar, es mas, se ha rozado la ilegalidad institucional durante mucho tiempo, no sé si a sabiendas, consentidamente por todos los presidentes de Colegios de Podólogos, o por convencimiento de que era todo legal y todo se ajustaba a la legalidad, no lo sé, me dá igual, pero la verdad es que ha habido muchas irregularidades. Virginia ha sido y lo sigue siendo, una gran lider, una persona a la cual no se le pueden quitar su méritos. Ha hecho mucho por la podología, pero no por ello, hay que dejar de criticar lo que no nos parezca bien, a eso estamos sometidas todas las personas que ocupamos un cargo. Virginia ha hecho mucho por la podología, pero no es menos cierto que también han hecho muchísimo por la podología otras personas a las cuales no se le cuelgan medallas. Anteriormente la labor de Pepe Valero fue encomiable, la labor de Julio López Morales al frente de la A.E.C.P. ha sido intachable, Máximo González Jurado también ha hecho mucho por la podología, no lo olvidemos, ciertos profesores de la Escuela de Podología de Sevilla han sido decisivos a la hora de sacar adelante la ley del medicamento, etc., etc., pero no por ello, todos estos anteriormente citados, son intocables o tienen bula, no, todos, absolutamente todos, tienen cosas que pueden y deben ser criticadas y criticables, pero como digo siempre, dentro del respeto y la educación, algo que muchos podólogos están perdiendo, dando una imágen lamentable de la podología. Si una institución está ilegalmente constituida, hay medios jurídicos para luchar para que la legalidad se cumpla, ahora bien, hace falta que los ministros consejeros colegiales quieran hacerlo, si todos están de acuerdo, no hay nada que hacer, tan solo reconocer a la institución o no reconocerla como tal. Si mi Colegio estuviese constituido ilegalmente, yo no me sometería a las normativas del Colegio, es mas, lo demandaría judicialmente. En el caso del Consejo, es distinto, ya que todos los Colegios están conformes con lo que está pasando y al ser ellos los que nos dirigen, todos son cómplices de una ilegalidad legalizada, por lo tanto, todos han asumido como legal y legítimo el nombramiento nuevamente como presidenta del Consejo, a Virginia. A decir verdad, a mi entender, tampoco hay muchos podólogos en España que puedan sustituirla y bajo mi criterio, no mas de cinco o seis estarían a la altura, pero esos cinco o seis, no quieren presentarse por distintos motivos. No es fácil ese cargo y hay que saber desempeñarlo, algo que Virginia lo ha hecho con el beneplácito de todos los presidentes de Colegios, por lo cual, no lo habrá hecho tan mal como algunos hemos dicho en otras ocasiones. O estamos confundidos los demás o ellos están muy bien y muy agustito subidos en el carro, pero lo cierto es que Virginia a desempeñado bien el cargo para el que fue elegida, nos guste o no nos guste, y otros vendrán, que buena la harán, no lo olvidéis. Miedo me dá que la presidencia del Consejo cayera en manos de presidentes con poco carisma (que de esos hay muchos en los distintos Colegios), de presidentes sin alma ni espíritu para desempeñar el cargo como debe ser, no meramente representativo. Entiendo perféctamente a José Luis Fenández Lago cuando dice que él ni quiere ni se encuentra capacitado para desempeñar semejante cargo, yo diría, semejante lastre, por que para mi, el ser presidente del Consejo, no es un privilegio, sino un lastre por el cual uno debe de luchar en cuerpo y alma y por el cual va a ser uno criticado haga lo que haga. A Virginia la aprecio, la he criticado mucho, lo sabe todo el mundo, pero no por ello dejo de elogiar sus logros y sus virtudes, es una mujer entrañable que ha desempeñado su cargo con dignidad, con aciertos y con errores, con errores que hemos criticado. Por Virginia siento afecto, no lo oculto, en mi familia la apreciamos, pero ella sabe que si alguna vez tengo que criticarla lo haré, siempre dentro del cariño, educación y respeto que la tengo.
Por último, pido perdón a todos aquellos que se hayan sentido ofendidos por las críticas que haya vertido a lo largo del presente año, críticas que nunca han sido mal intencionadas y siempre han querido ser constructivas y os deseo a todos, a todos sin excepción, que tengáis una Feliz salida y entrada de año y que en el año 2011 se cumplan todas vuestras ilusiones. Ser felices y no veáis solo las miserias de los demás, mirar primero las vuestras y luego si tenéis algo que decir, decirlo sin tapujos y dando la cara, con educación y valentía. FELIZ 2011.