miércoles, 21 de julio de 2010

El Juli. Orgulloso de lo que hago. Casos de estos días.

Este tipo de la foto, que está toreando este precioso toro en la Monumental de Barcelona, cada día se merece mas, todos mis respetos. Ya he comentado en otras ocasiones que no es un torero de mi predilección pero que el tío es un fenómeno, eso no lo debe de dudar nadie. Un tío con dos cojones, con un afán de superación fuera de lo común, el cual se intenta sobreponer a las circunstancias y a los problemas que el toro le plantea. Templa a los toros como nunca los había templado, les puede y además hace grandes faenas y emociona al público. Tiene en contra, y no sé por qué, a muchos presidentes, los cuales le niegan últimamente e injustamente, orejas ganadas a ley. Este tío es El Juli.
Ya he elegido el toro que voy a torear, no se si al final podré hacerlo o no, pero si todo sale como tengo previsto, creo que será un buen ejemplar y con el trapío que tiene no me puede fallar. Espero realizar una buena faena y que en esta ocasión, mi espada no se llene de sangre y nos perdonemos la vida mutuamente.
Fernando de Francisco me ha mandado esta foto para ver que opino. Pues mi opinión no es muy halagüeña. Pienso que la lesión termina en oma, carcinoma, melanoma acral, carcinosarcoma, etc oma. Espero confundirme. Mi consejo es que le realice una biopsia, si es benigno, que extirpe completamente la lesión y si es maligno, que lo remita al oncólogo o al dematólogo diréctamente.

Hay a veces que uno se siente orgulloso de sí mismo, y aunque a mi me pasa muy pocas veces, la verdad es que hoy es una de ellas. El motivo no es otro que el reconocimiento de los compañeros, y cuando eres reconocido profesionalmente, se te sube la autoestima. Hoy un compañero me ha mandado a un hermano suyo para que lo evalúe y decida si debo operarlo o no, lo cual, como dice el Rey de España, me llena de orgullo y satisfacción. Por otro lado, he recibido una carta muy emotiva de un compañero de promoción el cual me dice que se alegra de tener un compañero como yo y que se siente orgulloso de haber estudiado conmigo, algo que agradezco profúndamente, pero que a la vez me abruma, me sonroja y me avergüenza interiormente pues no creo que yo haga nada especial, ni nada raro, ni nada que no pueda hacer todo el mundo. Cualquier podólogo puede hacer lo que yo hago, mucho mas y mucho mejor, no sé por qué esos inmerecidos halagos, los cuales, la verdad, agradezco de corazón y hace que en momentos, me sienta orgulloso de lo que hago. Por otro lado, el reconocimiento de otros profesionales, me llena de completa satisfacción. Entre ayer y hoy, dos traumatólogos me han mandado, algo ya muy habitual, a tres pacientes, y no para hacerle ortesis ni plantillas, no, sino para que les realice estudios biomecánico y ver que opino y otro de ellos, para que lo opere de fascitis. El que un traumatólogo le mande a un podólogo a un paciente para operar es digno de admirar y alabar. He operado a mujeres de traumatólogos, a hijas de traumatólogos, a madres de traumatólogos y a pacientes mandados por ello, eso quiere decir una cosa, que la podología camina. Una de las cosas mas importantes para un torero es, además de ser figura, ser reconocido por sus propios compañeros, es decir, ser torero de toreros. Yo no soy ni me considero ninguna figura de la podología, Dios me libre, ni siquiera de los mejores, faltaría mas, pero si me considero respetado por mis compañeros y admirado por muchos de ellos, algo que de verdad me gusta; así como también soy odiado y denostado por otros, pero de todo tiene que haber en este mundo.
Seguimos estos días con diversas patologías y con pocas quiropodias. Las fascitis y los espolones están a la orden del día, convirtiéndose en una de las patologías mas numerosas con las que nos encontramos. Esta paciente de la foto vino a nuestra clínica a pesar de haber sido enviada a otra de otro podólogo por un traumatólogo para que le hiciera unas plantillas, algo que le honra al traumatólogo (por lo menos manda a los pacientes de ortesis y plantillas a otro compañero podólogo y no a una ortopedia). La paciente venía diagnosticada de fascitis plantar corréctamente por el traumatólogo, pero las plantillas prescritas, pienso no eran las adecuadas. La paciente vino a nosotros y no al otro compañero, por que hace varios años operé a una de sus hijas de onicocriptosis y le quité un papiloma a su hijo, por nada mas.




















Nos ha venido una paciente diabética con este lamentable estado de su pie, ampollas subqueratósicas, hematomas, zonas preulcerosas y principio de necrosis en el dedo. Lamentable. La mujer se fue a hacer senderismo por que el médico le había aconsejado caminar, y de buenas a primeras se pensaba que tenía que subir el Everest, la buena señora. La paciente está totalmente descompensada. Tenemos en la clínica un glucómetro y le hicimos una Glucemia capilar, la cual nos dio unos valores de 350. Le realizamos una limpieza de todas las zonas, intentamos eliminar en todo lo posible la hiperqueratosis sin dejar las zonas demasiado sensibles y el confeccionamos directamente una plantilla de foam bidensite.

















Hemos tenido varios casos de papilomas, casi todos en niños, niñas. A todos los he tratado con bleomicina. Esta niña tenía un papiloma entre 4º y 5º metatarsianos, en la parte distal de la cabeza del 5º base de la falange.
































Esta otra, a la cual le sangró un poquito una vez inyectada, tenía localizado el papiloma en la cabeza del primer meta.





































Otra paciente vino por una úlcera interdigital a causa de un heloma mal tratado pues se lo estaba tratando en atención primaria como si fuesen hongos.































Por último, pongo el caso de una mujer con dos papilomas en el talón que le inyectamos hace diez días. Este es el estado actual. Papilomas quitados y zona casi normalizada.