jueves, 18 de marzo de 2010

Hematoma en talón. Onicogarras. Posible Carcinoma.VIII Jornadas de actuación Podológica de la Universidad de Extremadura. D.Ángel Sánchez (Ganadero)

Sigo hablando de D. Ángel, el Sr. de Miguel Muñoz. Hubo años en que en la finca de D. Ángel, casi toda las camada de vacas las toreábamos entre el Niño de la Capea, Ortega Cano y yo. En una ocasión estuvimos varios días tentando el Maestro Ortega Cano y yo , tentaderos que normalmente hicimos por las mañanas. Una de las mañanas D. Ángel tenía preparadas seis vacas y cuatro novillos. Por delante tentamos las vacas y cuando llegaron los novillos, estos estaban gordos, gordos y nos pegaron una jupa tremenda. Uno de los novillos al salir del caballo, cogió a Ortega Cano y lo dejó literalmente desnudo, arrancándole de cuajo la calzona y los pantys, y destrozándole la camisa. Pudo haberle costado un serio disgusto, quedando todo en un montón de varetazos y hematomas por todo el cuerpo. Toreamos uno de los novillos, el cual salió extraordinario. En otra ocasión Ortega Cano trajo de protegido a Andrés Caballero, al cual ayudó en sus comienzos de novillero. El tío era un portento de facultades pero era muy tosco toreando, cuando terminábamos de torear el Maestro y yo, Andrés Caballero se hinchaba a poner banderillas y a correr con las vacas. Yo comenzaba muchas veces, después de haber toreado las vacas según el ganadero quería, con un muletazo en los medios con la muleta plegada y dándole un pase cambiado, algo que le gustaba a Ortega Cano y que me lo mandó repetir en varias ocasiones. Una vez se lo vi dar en una corrida de toros. El muletazo se lo vi a Antonio Bienvenida y a causa de dar ese muletazo en la plaza de toros de Barcelona, recibió tal cornada que casi termina con su vida, estando muy grave y a punto de morir durante varios días. La raza y torería del Maestro Antonio Bienvenida hizo que en su reaparición, volviese a comenzar la faena de la misma forma. En la primera foto estoy subido al caballo y el que sostiene el capote en su brazo es mi padre, el cual me acompañó en varias ocasiones a tentar a Calzadilla de Mendigos. Tengo multitud de anécdotas para contar de mis vivencias en Miguel Muñoz, con Ortega Cano, con D. Ángel, pero estoy perezoso y cansado, creo que esto no va a durar mucho.


En estas tres fotos estoy parando a la vaca, y poniéndola al caballo. Recuero que esta becerra era de una gran familia, venía de una buena reata, pero fue mala como ella sola, me pegó un volteretón un casi me parte el brazo. D. Ángel se cabreó conmigo por que dijo no le hice las cosas bien, pero él sabía que la becerra no iba a salir buena y me explicó el por qué. La becerra había sido criada a biberón, murió su madre y se le puso la piel de la madre encina, intentando que las demás vacas no la repudiaran. Una vaca al parir, perdió al becerro y le echaron a la vaca que tenté para ver si la acogía como suya y la amamantaba pero fue rechazada, por lo cual, la metieron en los corrales al lado de las caballerizas, y fue alimentada a biberón; yo mismo en una ocasión le di de comer y se dejaba acariciar como un corderito. D. Ángel decía que tanto contacto con la piel humana no era bueno para la becerra a la hora de torearla, y así fue, salió lista como ella sola, sin entregarse, cara a media altura, parándonse en la mitad de la suerte, dejándose acariciar y pegándome una voltereta cuando meno lo esperaba. No quería ni ver al caballo.

El compañero Jorge Buch me ha mandado esta serie de fotos para ver que opinaba. Tengo que decir que hay que dar gracias al médico, el cual cuando vio a la paciente, la derivó al podólogo, algo que la mayoría no haría, incluso muchos compañeros al llegarle una paciente con estas características, la derivarían al médico, al contrario de lo que este hizo.
















Al compañero Jorge le he recomendado que le realice una biopsia, y dependiendo del resultado del patólogo, actúe en consecuencia, bien extirpando la lesión o bien, derivando a la paciente.







Yo creo que es posible que sea un carcinoma y si se confirma el diagnóstico de presunción, no hay problema para extirpar la lesión.










Una paciente le ha llegado a mi hermana con un hematoma en el talón el cual tenía varios días de evolución.














La paciente era diabética y al desbridar la zona, se apreciaba una pequeña ulceración.












A la paciente no le dolía nada debido a la neuropatía diabética, y al mirarle dentro del zapato, tenía una punta sobresaliendo.









Mi padre ha tenido este caso de dejadez familiar. Esto no es culpa de la pobre mujer si no de los hijos y familiares. Desgraciadamente seguimos viendo casos de estos con relativa frecuencia en nuestras clínicas, al menos nosotros.







No hace mucho, mi hermana tuvo un caso aún mucho peor, pues la paciente además de tener las uñas larguísimas, tenía tremenda onicocriptosis, con el agravante que venía para que se le tratase por medio del convenio de los Servicios Sociales de La Junta de Castilla y León, por lo cual pagaría 9 euros, algo que no aceptó mi hermana y le cobró a la paciente 50 € mas el ticket del correspondiente centro de día.



Mi padre a esta otra paciente le cobró otros 50 € y para colofón del caso, a las hijas les pareció caro. ¿50 euros en varios años sin contarle las uñas?. Parece mentira que haya personas, que se comporten como auténticas ratas.






Parece ser que no levanto muchas simpatías entre algunos compañeros de Salamanca, algo que es normal después del palo y las críticas que he tenido hacia ellos, pero no pensaba que fuesen tantos como algunos dicen. Algunos que no tenían por qué, se han sentido ofendidos con mis comentarios, pero si se han sentido ofendidos, por algo será, aunque no fuesen hacia ellos las críticas vertidas en el blog. Siempre he dado la cara, los que seguís el blog, lo habéis podido comprobar. Siempre, y digo siempre, he publicado los comentarios que han ido en mi contra, los comentarios negativos hacia mi, los comentarios que me han puesto verde, tanto anónimos como identificados, pero ahora resulta que si alguien comenta algo favorable hacia mi persona, y este no se identifica, algún imbécil dice que la policía no es tonta (debe de ser subnormal) e insinúa que esos comentarios vienen de mi parte o de parte de mis hermanos. Después de seguir la trayectoria del blog, y de publicar los comentarios negativos hacia mi, hay que ser necio para creer eso. ¿Acaso no doy la cara constántemente y firmo todo lo que digo?, ¿qué imbécil puede pensar lo contrario?. A partir de hoy, no voy a publicar los comentarios a mi favor que vengan de personas anónimas, y seguiré dando la cara publicando los que vengan en mi contra siempre que no insulten o sean gravemente ofensivos. Hoy mismo, he tenido que rechazar alguno. Ayer tuve un montón de visitas de Salamanca, tuve varias visitas desde la urbanización La Florida (al igual que hoy), desde el barrio Garrido, varias desde el Paseo de Canalejas, una desde Pizarrales, varias desde la zona de la Gran Vía Sur, desde zona Gran Capitán, José Manuel de Villena, Juan Picornell, varias de Federicho Anaya, desde la zona de Bretón, desde el Barrio San José, desde Pizarrales, de la Avenida de Mirat, Carmelitas, Cabrerizos, Valdelagua, zona de El Rollo y otras sin localizar. Ha sido uno de los días en los que mas visitas he tenido desde Salamanca, lo cual indica que parece que hay personas que están al tanto de lo que pongo, personas que alguna de ellas hace comentarios sin identificarse pero que puedo saber de qué zona vienen ( !ah!, me han mandado visitas desde retecal, yahoo, telefónica, desde un ciber y desde un teléfono móvil, además de otras aún sin identificar). Quieron dar las gracias a los compañeros de Salamanca que han realizados comentarios en el blog, con la valentía de indentificarse, a los compañeros, Gonzalo, Rocío, Ana, Miguel Díaz, Rafael Vilches, igualmente alabaría la valentía de los que me critican siempre que se identificasen y fuesen respetuosos. Es normal que algunos, o muchos, no estén de acuerdo conmigo, que algunos me detesten y les caiga antipático, pero si son valientes mostrando su disconformidad, me quitaría el sombrero delante de ellos alabando su valentía de dar la cara.
Con esto, cierro el capítulo, de momento, de la calamitosa situación de la podología en Salamanca.