Un Saludo para todos aquellos Podologos que se dieron cita en el II Congreso Internacionalde Podología (Podo Cuba 2009)
En la imagen, un momento muy delicado en Guamá, en el criadero de cocodrilos.
domingo, 12 de abril de 2009
II Congreso Internacional de Podología (Podo Cuba 2009)
Un Saludo para todos aquellos Podologos que se dieron cita en el II Congreso InternacionalLos Colegios Tiemblan. Ley "Paraguas y Ómnibus"
LA NUEVA LEY APROBADA POR EL GOBIERNO, CONOCIDA CON EL NOMBRE DE PARAGUAS Y OMNIBUS, PUEDE SUPONER EL PRINCIPIO DEL FIN DE LOS COLEGIOS PROFESIONALES.
El Gobierno ha aprobado el proyecto de las leyes conocidas como paraguas y ómnibus que, entre otras cosas, puede ser el principio del fin de los colegios profesionales.
Hace un tiempo que Europa y la Comisión Nacional de la Competencia opinaban sobre los Colegios Profesionales. Estos organismos no ven con buenos ojos estas asociaciones ( En España la liberad de Asociación es un derecho, no una obligación, pero te obligan a pertenecer a ciertas asociaciones como Colegios, Cámaras de Comercio....) donde es obligatorio estar "apuntado" para ejercer una profesión, pues entienden que restringen la libre competencia y la libertad de asociacionismo.
Ahora es el Gobierno español quien parece compartir la misma opinión. El Consejo de Ministros aprobó hace dos semanas los proyectos de estas dos conocidas leyes, sobre el libre acceso al ejercicio profesional.
Los Colegios Profesionales son una especie de gobierno de los profesionales, que miran por la deontología, la ética profesional, fijan baremos orientativos de honorarios (algo que ahora no cumple casi nadie, prima la ley de la desvergüenza jubilar y puebleril), tienen potestad para sancionar a los colegiados y a darles por saco cuando no se está deacuerdo con ellos pero no hacen nada por los que desprestigian a la profesión, pueden prohibir prácticas entre sus miembros (cosa que tampoco hacen), y hacen fuerza ante las demás instituciones para la mejora de la profesión (algo que hacen pero no de la manera y formas adecuadas al entender de muchos). Las instituciones que se encargan de velar por la competencia, tanto en Europa como en España, están interesados en terminar con ellos y cargárselos, algo que creo puede ser un error, pues si los colegios funcionasen, no deberían de extinguirse; lo que pasa es que no funcionan en su mayoría y el colegiado se siente en su mayoría estafado por las cuotas que tiene que soportar (este no es mi caso, que conste. No me siento estafado por mi colegio, pero hablo por los que así se sienten). Si los colegios fuesen de colegiación voluntaria, la mayoría no pertenecería a ellos, a menos que, estos organismos funcionasen bien y se vieran los frutos fehacientemente y todos tan contentos.
Europa y la Comisión de la Competencia, desde hace tiempo se vienen metiendo con lo que ellos entienden que son prácticas restrictivas de la competencia ( y así lo entiendo yo también, en una sociedad libre y de libre competencia): prohibir la publicidad (algo que no pueden hacer realmente y con las leyes en la mano) y fijar cuotas, criterios orientadores de honorarios o baremos, no es de su potestad, son normas internas que no son de obligado cumplimiento. Hace años fue dura la batalla por el pacto de la "cuota litis" de los abogados, cuyos colegios prohibían cobrar honorarios conforme al éxito del pleito, ahora, lo tienen que permitir.
Hace unos meses la Comisión Nacional de la Competencia, hizo público un informe en el que recomendaba que los Colegios Profesionales fueran desapareciendo ,pues estimaban que son una traba para el mercado y los profesionales.
La ley Paraguas aprobada por el Gobierno Español, viene a corroborar todo lo anterior, y de aprobarse, será el PRINCIPIO DEL FIN DE LOS COLEGIOS, de lo que no estoy seguro, es de si esto será para bien o para mal.
Si la podología en sí ya es un caos y en esta profesión impera la anarquía puebleril, honoraria y restrictiva colegial en algunos asuntos, sin los Colegios puede ser la hecatombe de la profesión.
Artículo modificado y sacado del publicado por J.L.C. Abogado