El diario de mi Clínica prácticamente dia a día. Comentarios y problemas con los que me encuentro, patologías que se me presentan y otros temas podológicos o que no vienen a cuento. Por que me da la gana.

jueves, 7 de febrero de 2013

Dedo supraductus y dedo en martillo en pies de niños. Va de niños. Hallux Valgus y segundo supraductus. Quinto supraductus. Larvas subungueales. Cuando te hacen llorar los pacientes.

El mes de Febrero está siendo mucho mejor que el de los últimos dos años anteriores, mucho mejor y espero siga así. Hoy ha venido un atleta a realizarse unas plantillas, y mañana nos mandan a otro de Málaga para un estudio biomecánico y posibles plantillas. El día de hoy ha sido variado pero hemos tenido mas que nada quiropodias y curas de cirugías. Ha venido un niño con un segundo dedo supraductus y el tercer dedo infraductus.
Le comenté de realizarle una ortesis de silicona, pero creo le pareció caro a la madre, pues dijo que lo iba a consultar con su marido. Solo pagó la consulta y no creo que vuelva si pregunta a otro compañero y compañera cuánto le cobran por la ortesis de silicona. Hay algunos y algunas que están cobrando por las ortesis de silicona menos que una peluquera por un tinte de pelo.
Otro niño vino por que presentaba un quinto dedo en martillo. Esta patología tiene mala solución a no ser quirúrgica pues con ortesis en muy difícil corregirla.
Esta radiografía es una dorsoplantar de otro niño con dolor en los metatarsianos centrales, donde presenta una sobrecarga.
Esta otra radiografia es de otro niño con los dedos en garra.
Una mujer con un gran Hallux Valgus y el segundo dedo supraductus ha venido para ver si la podíamos operar. Le hice unas radiografía y le comenté el tipo de cirugía que le podía realizar.
Parece que lo entendió perfectamente y ha dejado reservado día para operarse, algo que hará, si o se tuercen las cosas, en el mes de Abril.
Otra paciente también presentaba un Hallux Valgus, pero a la vez un quinto dedo supraductus. También le comenté la posibilidad de operarla pero en esta ocasión me dijo claramente que le parecía mucho dinero y se lo iba a pensar.
Una paciente operada del quinto dedo supraductus hace quince días, vino para quitarse los puntos de sutura. El dedo lo he bajado muy bien, pero no estoy del todo satisfecho pues la falange distal me ha quedado en flexión plantar.
Esta última foto la he tomado de mis amigos de Los Pies sobre la Tierra, de Argentina, donde podemos ver una colección de larvas subungueales. Esto es un problema psico social y dejadez, bien del propio paciente, de su familia o del entorno. Realmente impresionante. Nosotros hemos tenido casos de lavas en heridas, pero nunca en tal cantidad ni un caso tan llamativo.
Esta tarde una paciente francesa me ha hecho saltar las lágrimas. La mujer padece cancer, lo está pasando realmente mal, muy mal. La llevo tratando desde hace unos tres años. El marido es médico y a el le he operado de los dos pies, de dedos en garra y en martillo. A ella le he realizado plantillas y posteriormente, a consecuencia de la quimioterapia se le ha ido deteriorando todo. Se le cayeron las uñas de los pies, le salieron mal, se le incarnan, se le infectan, presenta parestesias y neuralgias en los pies. Hoy ha venido destrozada, con infección en la uña del primer dedo del pie derecho, con grandes dolores, la uña incarnada y casi no la podía ni tocar. Me suplicaba que le arrancase la uña y se me echó a llorar. Decía que se quería morir ya, que se está muriendo y ni siquiera se puede morir en paz.
Al marido se le saltaban las lágrimas, le decía, cariño, no sufras (tiene 82 años) y le agarraba de la mano. Yo intentaba consolarla, pero no hay consuelo para los sentimientos. Ya no es el dolor, es ver la imposibilidad de poder hacer nada, de sentirte inútil, de ver que te mueres y te mueres deteriorándote cada vez mas, sin poder aceptar la situación (ella decía que no aceptaba su sufrumiento, que no se lo merecía, que era injusto). Vivir así, decía, es un castigo, no merece la pena seguir viviendo, quiero morir. Terminé de curarla, me pidió perdón por llorar que era lo único que podía hacer sin dolor, me pidió perdón por el momento, me agarró la mano y se marchó. Su marido me miró con los ojos húmedos, me agarró el brazo, me dio las gracias y las lágrimas me brotaron, no pude aguantarme.