El diario de mi Clínica prácticamente dia a día. Comentarios y problemas con los que me encuentro, patologías que se me presentan y otros temas podológicos o que no vienen a cuento. Por que me da la gana.

lunes, 25 de julio de 2011

Carteles de la Feria de Salamanca,los verdaderos, una verdadera porquería. Escuelas Taurinas(Toreros de Sol y Luna). Comienzo a entrenar y el pie responde.

Hoy me he quitado el walker, el pie aún está un poco inflamado y con algo de hematoma pero está muy bien, evolucionando estupendamente.



Ya se van notando los tendones extensores de los dedos, algo que hace dos día aún no se veían.

La lesión ha sido fuerte, después de tanto tiempo, aún se aprecia el hematoma en los dedos. Ahora lo que mas me molesta es la subluxación de peroneos. La rotura del ligamento está fenomenal, casi, casi, no me duele, solo me molesta un poco.

He comenzado a entrenar un poco y a hacer rehabilitación. Gracias a uno de los mejores fisioterapéutas del mundo, osea, mi hermano Angel Basas, el cual me ha mandado hacer una serie de ejercicios, la lesión se está recuperando mucho mejor de lo esperado.

Hoy ha sido el primer día de entrenamiento y el primer día sin la férula ni vendaje. El pie se ha comportado muy, muy bien. He estado toreando de salón para forzar un poquito el pie, pues al torear, los pies hacen un movimiento muy bueno para este tipo de lesiones.

El toreo de salón es fundamental e imprescindible para luego torear delante del animal.

Con el toreo de salón se hacen brazos, antebrazos, se familiariza unos con los trastos, capote y muleta, y se hace cintura.


El toreo de salón se hace muy, muy despacio, como si el toro viniese andando a paso muy, muy lento, al ralentí, como si el toro embistiese a cámara lenta.





Uno de los errores, bajo mi punto de vista, de todos los que torean de salón, es que siempre se imaginan el toro extraordinario, y casi ningún torero, torea de salón un toro con dificultades.



Cuando yo me dedicaba profesionalmente a torear, cuando toreaba de salón en la Sindical o en La Aldehuela, en la huerta de Arturo, casi siempre me hacia uno o dos toros difíciles. Al que mas le gustaba que hiciese eso era al propio Arturo y a Poli Benito, con el cual nos hacíamos muchos toros, y nos dábamos verdaderos varetazos con los pitones del carretón y en algunas ocasiones nos dimos hasta auténticas volteretas, haciéndonos algunas veces un poco de daño.






En los ejercicios estoy forzando un poco mas de lo normal mi pie izquierdo, que es el que tengo lesionado.




Esta serie de fotos las tiró mi hijo, el cual, por lo que he visto después de visionar las fotos que tomó, no lo hace mal. En varias de las fotos se pueden ver varias secuencias de los muletazos, desde que comienzo el muletazo hasta que lo remato (terminar el muletazo), lo cual demuestra la lentitud con la que se torea de salón. Mirar la siguiente secuencia y vereis que son fotos seguidas del mismo muletazo.




















Por hoy se terminó el entrenamiento. Ahora voy a hablar algo de las Escuelas Taurinas, algo que le debo al Dr. Podólogo Fernando Pifarré desde hace algún tiempo.
TOREROS DE SOL Y LUNA
Las escuelas taurinas no es algo nuevo ni moderno, ya había escuelas taurinas que datan de los años 1860.
Antiguamente el que quería ser torero no iba a las escuelas taurinas, por lo cual, las pocas que hubo, no tuvieron el éxito ni la demanda de las de ahora. El chaval que antiguamente quería ser torero se tenía que forjar en la tragedia, me explico. El chaval que comenzaba para poder ver un pitón, para poder ponerse delante de un animal, tenía que ir de pueblo en pueblo donde echaban toros para correrlos, por lo general toracos muchas veces toreados y mas listos que el hambre. Con un poco de suerte, sin alguien les veía, los ponían para torear en las fiestas de los pueblos, donde los pobres chavales se encontraban con animales corraleados, con auténticos moruchos, con novillos con mas edad que Matusalén, osea, toros pasados de edad, en plazas de carros, de talanqueras y de rediles. En muchas ocasiones, estos chavales que querían ser toreros hacían LA LUNA, lo cual significaba esperar el día de Luna Llena para irse a una finca, apartar un toro, un novillo, una vaca o lo que se puediera, para darle unos cuantos muletazos a la Luz de Luna. Estos eran los toreros  que yo he llamado de Sol y Luna, toreros que sufrían lo indecible para abrirse camino en un mundo hostil, toreros del hambre, toreros de la miseria, que para salir de ella, buscaban el camino de la fama y del dinero jugándose la vida la mayoría de las veces en vano. Muchos de estos aspirantes a torero, a figuras del torero, por que toreros ya se sentían, algo que hoy en día no se sienten muchos de los que están en las grandes ferias, como digo, muchos de ellos murieron en el intento en una plaza de carros ante un "burel" (toro) de un montón de arrobas, en un miserable pueblo, olvidados de todos, sin grandezas ni dinero, y ante gente que es muchos casos, eran mas brutos que Cascorro.
Con el paso de los años todo esto fue evolucionando, pero aún en mi época, donde casi no había escuelas taurinas, la cosa no era tan fácil como ahora. Yo toreé en plazas de carros y de talanqueras, fui a capeos (fiestas de los pueblos donde echaban toros), fui a capeas (torear vacas toreadas por los pueblos), y fui de tapia (a las fincas a esperar a torear después de que terminase de torear el matador invitado por el ganadero). A este aspecto de la tauromaquia quería llegar, algo verdaderamente romántico y que recuerdo con gran cariño y orgullo. En mi época, el que quería ser torero, intentaba enterarse donde había tentaderos (torear vacas en las fincas para comprobar su bravura, dejarlas para madres o no y para entrenarse el torero invitado) para acercarse hasta la finca donde se celebraban y esperar a que terminase de torear el torero invitado, por lo general figuras del toreo, y previo permiso al ganadero, torear después del matador y apurar las últimas embestidas de las becerras. A veces, el ganadero te dejaba torear, otras veces no, y otras veces incluso te dejaba torear tanto dentro de la plaza de tientas como luego en el campo cuando la vaca salía de la plaza. Así se daba a conocer uno, así era la única forma de poder ponerse delante de un animal en los comienzos. Posteriormente te van poniendo en novilladas sin caballos por los pueblos y algunos ganaderos ya te invitaban a sus fincas a torear. Yo tuve la suerte de torear en muchos tentaderos de invitado, pero antes hice mucha, mucha tapia. He tenido la suerte de tentar en muchas fincas y con muchas figuras del toreo como El Viti, El Niño de la Capea, Julio Robles, José María Manzanares, Paco Ojeda, El Yiyo, Paco Camino, El Cordobés, Ortega Cano (con el cual tenté camadas enteras en Miguel Muñoz, la finca de D. Angel Sánchez y Sánchez), tenté con Curro Vazquez, con Rafael de Paula, con Dámaso Gonzalez, con Dámaso Gomez, con El Soro, con Enrique Ponce, con Joselito, con Luis Francisco Esplá, con Ruiz Miguel, Andrés Vazquez, etc., etc,.......y con Navalón.
Ya, digamos en la era moderna del toreo, de 1985 en adelante, proliferaron las escuelas taurinas en toda España. Casi no había capeos y donde los había, no se presentaba casi ningún chaval que quisiera ser torero. Los chavales fueron dejando de ir de finca en finca en busca de tentaderos para ir de tapia, y todo esto dejó de ser habitual para convertirse en anecdótico. Ahora los chavales se apuntan a las escuelas taurinas, donde los profesores, por lo general matadores de toros retirados y banderilleros, les enseñan a torear de salón, le enseñan los secretos del toreo sin necesidad de dar pasos en falsos y de jugarse la vida inutilmente, les preparan tentaderos donde van de invitados desde el principio, sin necesidad de esperar a que la figura invitada termine de torear y donde ellos son los invitados de honor desde el comienzo. Las escuelas les preparan novilladas sin caballo en los pueblos, novilladas donde ya no salen los "buracos" que salían antes, astifinos y gordos. Ahora en las novilladas de las escuelas no salen, gracias a Dios, nada mas que erales. Cuando yo toreaba sin caballos, maté montones de utreros y algunos toros, toros que no fueron vendidos como novillos y se los quedó el ganadero. Ahora, debido a la estricta reglamentación, esto ya no es posible y los chavales digamos que van mas comoditos a los pueblos. En las escuelas taurinas también les enseñan a ser personas, a estudiar y terminar sus estudios, los preparan físicamente y les abren el camino hacia el siempre fascinante, maravilloso, difícil y sacrificado Mundo de los Toros.
La crítica a los Carteles de Toros de la Feria de Salamanca los dejo para otra entrada, ahora ya he escrito demasiado, pero como digo en el encabezamiento de esta entrada, son una Verdadera Porquería en conjunto, salvándose como mucho, tres corridas de toros.