El diario de mi Clínica prácticamente dia a día. Comentarios y problemas con los que me encuentro, patologías que se me presentan y otros temas podológicos o que no vienen a cuento. Por que me da la gana.

martes, 23 de febrero de 2010

Úlceras necróticas. A.T.S.-Podología-D.U.E. Vivir de la Podología. Aficiones y tendencias familiares (los toros y la sanidad).

Parece mentira, pero hay ciertas aficiones y ciertas tendencias dentro de una misma familia que llevan a que sus miembros tengan similares gustos, aunque otros, sean tan dispares como antagónicos. En el caso de mi familia, casi todos los miembros hemos salido aficionado a los toros, así como manifiestamente inclinados hacia la sanidad.






Desde pequeño, ya he comentado en varias ocasiones, me comenzaron a llevar a ver corridas de toros (en un principio no veía nada pues apenas tenía meses cuando pisé -me llevaban cogido- una plaza de toros). Mis abuelos, por ambas partes, eran aficionados, sobre todo mi abuelo materno, aunque mi abuelo paterno quiso ser torero y me presentó a varios ganaderos. Mi tía era una forofa de los toros, a mis padres, también le gustaban y por lo tanto, también a sus hijos, sobre todo a mi, al cual le entró la droga de la tauromaquia y aún sigo con ella. En la foto de la izquierda vemos a mi madre al lado de la plaza de toros de San Lucar de Barrameda.

En esta otra foto estamos ante el monumento al toro, al lado de la plaza de toros de Salamanca, y de izquierda a derecha, mi hermana María Jesús, yo, mi hermano Antonio y mi hermana Carmen, la mas aficionada de todos mis hermanos. Falta en la foto mi hermano Ángel. Todos hemos estudiado una carrera sanitaria, pero es que esa faceta también viene de lejos. Mi padre es Podólogo, tuvo una hermana que era enfermera, y otro hermano de mi padre, también se inclinó por la podología siguiendo otra rama sanitaria en el árbol genealógico. Todos mis hermanos en un principio intentamos encauzar nuestras vidas por otros derroteros distintos al sanitario y podológico, pero al final, terminamos en la Universidad estudiando Podología, Fisioterapia y Enfermería. Por orden de antigüedad, decir que yo, antes de ser podólogo, quise ser torero, mi hermano Antonio, antes de Podología, estudió turismo; mi hermana Carmen comenzó Odontología para pasarse a Podología; mi hermano Ángel fue atleta y bueno, llegó a ser campeón de España varias veces, recorriendo gran parte de la geografía mundial y ahora es Fisioterapeuta, uno de los mejores del panorama mundial. Ángel es el responsable del área de fisioterapia de la Federación Española de Atletismo y del Comité Olímpico Español, la pequeña, María Jesús, estudió Enfermería pero por no estudiar Podología pues decía que ya éramos cuatro podólogos en la familia. Total, que somos en la familia, cuatro podólogos, un fisioterapeuta y una enfermera. Para mas inri, mi mujer estudió contabilidad y posteriormente hizo auxiliar de enfermería. Estaba trabajando de contable y cuando nos casamos se dedicó a la sanidad, para posteriormente, dejar todo y dedicarse a la familia. Otra curiosidad, es que mi hermano Antonio, se casó con Antonia, otra podólogo la cual se vino a trabajar a Salamanca desde Extremadura, ahora acaban de tener un hijo que apenas tiene una semana. Mis hijos parece que no siguen el camino de la sanidad, pero si les gustan los toros, es mas, mi hijo, ya se ha puesto delante, la última vez delante de una eralita que le dio un pequeño susto, algo de lo que me alegro. Con el tiempo que tenemos se me han suspendido tres tentaderos, uno de los cuales era especial pues me iban a echar una añoja fuerte para mi hijo pues tiene ganas de ponerse de nuevo delante. Dice que la sensación que se siente es tremenda, que a la vez que siente miedo, le gusta; que le tiemblan las piernas y se le seca la boca, pero cuando le da los primeros "pingüis", se le pasa y empieza a disfrutar.

Aquí estoy con pelo, en playa Patos, al lado de Playa América con mi hermano Ángel, el hoy afamado fisioterapeuta. Al fondo podemos ver las Islas Cies. Con mi hermano Ángel he acudido a varios campeonatos de atletismo, entre ellos,














al Campeonato del Mundo de Atletismo celebrado en Sevilla, en donde nos juntamos varios salmantinos entre atletas y personal no competitivo. En la foto de prensa, salimos mi hermano y yo, y en medio, Yolanda Reyes, la Albense que dio grandes alegrías al deporte salmantino.









Hoy ha sido un día de los que hace tiempo no teníamos, bueno, no hace tanto, desde Diciembre. Hoy hemos atendido a 78 pacientes, de los cuales 25 han sido de Servicios Sociales, 18 de compañías y por lo tanto 35 pacientes privados. Han venido tres pacientes con fascitis plantar, dos de ellos de fuera, uno desde Valencia (mañana viene un atleta de la misma ciudad) y el otro de Soria. Otra paciente ha venido desde Cáceres para que la opere de juanetes, dejando reservado para finales de Marzo, y otra ha venido desde Valladolid para operarla de segundo y tercer metatarsianos con sus correspondientes dedos, los cuales los tiene en garra. Desde Zamora han venido tres atletas a los cuales les hemos realizado estudios biomecánicos y a dos de ellos les hemos tomado moldes para hacerles plantillas; otros tres pacientes han sido por papilomas uno de ellos tenía catorce papilomas entre los dos pies, otro tres papilomas en un mismo pie y el otro uno solitario en el talón. Otro paciente, del cual pongo las fotos, ha sido un hombre diabético que presentaba úlceras necróticas en parte interna del quinto dedo, y en la zona lateral de la cabeza del quinto metatarsiano del pie contrario. Estas úlceras además de estar situadas en zonas de presión y roce, tienen un componente vascular. Se las desbridé y le recubrí la úlcera con Askina; le hice una oscilometría y le remití al cirujano vascular para que le hiciese un estudio hemodinámico pues el índice de yao lo tenía por los suelos, no palpándole la arteria pedia y muy poco la tibial posterior. Ayer también fue un día realmente bueno, atendiendo solo a






































































La operación de hoy no me ha salido bien, al menos, no estoy muy conforme con el resultado, no he podido tomar fotos nada mas que cuando terminé la intervención y tan solo del resultado radiológico. En alguna entrada las pondré y lo comentaré. Mañana tengo dos intervenciones en la clínica, una osteotomía del segundo y tercer metas por M.I.S. ya que a la paciente la operé hace ocho años del otro pie de lo mismo y está encantada, y uña niña, hija de un médico, a la cual la voy a operar de un pequeño quiste sinovial en un dedo.

El vivir hoy en día dignamente de la podología, según me están contando varios compañeros jóvenes, se está volviendo mas difícil cada día. Antes, para ser podólogo, había que estudiar enfermería, osea, ser A.T.S. y posteriormente estudiar Podología, en total 5 años. Posteriormente Podología se independizó hasta el día de hoy, en el cual es una carrera independiente de Grado, pero mira tú por donde, que ahora muchos de los que terminan Podología, después se matriculan en Enfermería para hacer D.U.E., buscando una nueva posible alternativa por si no les va bien en su nueva faceta de podólogos. En los últimos años se ha incrementado tanto el número de Universidades con Podología y se ha multiplicado tanto el número de plazas, que ahora, hay que buscarse las habichuelas de cualquier forma, incluso tirando la profesión por los suelos. Muchos compañeros habren clínicas, consultas o lo que sea y se las ven y se las desean para poder pagar los gastos, gastos que una vez pagados, no les dejan satisfechos pues no les queda ni un puñetero euro de beneficio, otros, con el tiempo, desisten y tienen que cerrar el chiringuito. No estoy en contra de que los compañeros vayan por los pueblos, pero que vayan con dignidad, en condiciones mas o menos dignas en cuanto al lugar de trabajo y que los honorarios no sean menores que los de una peluquera, hay que hacerse valer, hay que tener orgullo y dignidad, ir con la cara alta, presumiendo de ser podólogo. Lo que no entiendo es que encima de ir a pueblos y desplazarte en muchos casos varios cientos de kilómetros, cobren una auténtica miseria (10,12 y 14 euros) cuando si se cobra mucho, pero mucho mas, la gente iría igual. Tampoco entiendo que vayan a pueblos que están a tres kilómetros, ocho kilómetros o quince kilómetros de la capital. Un ejemplo: el 90% de las personas de Aldealengua, pueblo que está a 8 Km de Salamanca y que ahora van al podólog@ que va al pueblo, iban al podólogo a Salamanca, y pagaban el doble de lo que ahora están pagando, osea, que el compañer@ que va, está haciendo el primo, pero claro, el miedo a que otro lo haga por menos, es patente en la actualidad como se ha demostrado en varias ocasiones. Compañer@s que estaban trabajando en un sitio, han sido asquerosamente "despedidos", por que otro "compañer@" que se ha prostituido, se ha ofrecido por menos dinero del que estaba cobrando el otro, e incluso, en alguna residencia, el compañero/a pagaba un porcentaje al centro por trabajar en él, algo que no hacía el compañero/a que estaba antes de que el pobre o la pobre imbécil se prostituyera. Los mordiscos asesinos que se están dando a la profesión, entre compañeros, no se habían dado nunca nada mas que en contadas ocasiones, pero ahora es habitual. Estamos en un gran momento para la Podología, es un momento profesional muy dulce, pero como no nos pongamos en nuestro sitio, el prestigio profesional va a ir de mal en peor. Creo que es momento de ponernos las pilas, unirnos todos, pero todos, plantarnos de una puñetera vez, poner las cartas sobre la mesa y sentar las bases de un buen compañerismo. Si actuamos así no les quedará mas remedio que reconocernos como podólogos, no como lo que algunos siguen pensando de nosotros por culpa de muchos. Si por ejemplo, en Salamanca, ninguno coge ninguna compañía, nos plantamos todo, pero todos (en cuanto haya un esquirol, se jodió todo y a peor) y les apretamos las tuercas, saldríamos ganando, no lo dudéis, y esto en todos los sitios. Tenemos que fijar unos honorarios mínimos morales y luego que cada uno negocie al alta lo que pueda, y esto es posible, no penséis que no.