El diario de mi Clínica prácticamente dia a día. Comentarios y problemas con los que me encuentro, patologías que se me presentan y otros temas podológicos o que no vienen a cuento. Por que me da la gana.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Novillos y novilleros a medio gas.

Hoy se ha lidiado en Salamanca una novillada de desigual presentación del hierro de Montalvo. Ha habido un novillo muy bueno que ha sido el cuarto de la tarde, aunque pequeño, que le correspondió a Javier Herrero, el resto escasitos de fuerza, sin rematar, con poca presentación para Salamanca (la presentación no es tener kilos, si no, estar rematados, enmorillados, con los cuartos traseros desarrollados y mas agresividad en las cabezas). El Domingo pasado en el Barco de Avila, Damián Castaño mató una novillada de Pedrés con mucho mas trapío. Hubo novillos noblotes y con recorrido pero algo carentes de casta, tan solo el segundo empujó con fijeza en el caballo.
Los novilleros estuvieron en novillero, todos con ganas pero con muchos, muchos defectos que deberían de tener ya subsanados.
Javier Herrero en el primero, basto y feote, no pasó de voluntarioso. En su segundo, cuarto de la tarde, el cual fue bravo y repetía las embestidas, sobre todo por el izquierdo, dio series de naturales bastante buenas, bajando por el lado derecho por el cual no terminó de acloparse. Lo mató y le concedieron una oreja.
Juán del Alamo vino con una cornada de quince centímetros que le pegó un novillo hace tan solo unos días y viene con los puntos puestos y la herida muy reciente. Recibió al segundo novillo de la tarde con unos lances mirando al tendido para seguidamente lancear a la verónica y rematar con las medias. La faena de muleta fue jaleada por el público en todo momento aunque su novillo no fue un derroche de bravura. Le pegó una buena serie por la derecha rematado con pases de pecho y pases por bajo. Le pegó otra serie meritoria rematada con un pase de pecho realmente bueno, pero luego, en un momento en el que se descubrió, el novillo le pegó una fuerte voltereta, dándole el golpe en la pierna de la cornada, por lo cual, los puntos se abrieron y la contusión le provocó una nueva hemorragia con el consiguiente hematoma. Mató al novillo, le cortó la oreja y pasó a la enfermería de donde lo trasladaron posteriormente el hospital. El novillo que le correspondía en 5º lugar, fue estoqueado por Javier Herrero, el cual le dio algunos buenos naturales aunque con poca repercusión en el público.
Damián Castaño salió en novillero, queriéndose comer al novillo, por lo que comenzó con una larga cambiada a porta gayola y siguió con unos lances un poco embarullado. El comienzo de faena fue bueno y acompañando con la cintura cada muletazo. La primera serie, adelantando la muleta, fue templada y meritoria rematando con un buen pase de pecho. Posteriormente siguieron otras series un tanto despegaditas debido a que no se cruzaba, y la faena se vino un poco a menos, perdiendo la oreja debido a la espada. En su segundo, no comenzó mal, pero en seguida se embarulló sucediéndose los enganchones y las series no le salían limpias. Comenzó con el arrimón, el cual estuvo carente de temple aunque no de valor y ganas para pasar a pegar un mitin con la espada y el descabello. Si a este novillo lo mata, estaríamos hablando de otra oreja mas.
Debutó en la presidencia el policía Ramón Sánchez, el cual, estuvo simplemente discreto, fallando a mi entender en el cambio de tercio de banderillas. Pienso que no deben cambiar al segundo par de banderillas, se están cargando la liturgia real de la fiesta. Un solo puyazo, dos pares de banderillas en vez de tres, no se realizan quites, etc. Al público se le está robando parte del espectáculo. Me gustaría volver a ver ese toro mas terciado que embestía tres y cuatro veces al caballo, al cual no había mas remedio que realizar los correspondientes quites y colocarle los tres pares de banderillas. Sí, toros mas pequeños pero con trapío y casta suficiente como para embestir seis o siete veces seguidas a la muleta obligándote a dar el pase de pecho para tomar aire. En definitiva, emoción.