El diario de mi Clínica prácticamente dia a día. Comentarios y problemas con los que me encuentro, patologías que se me presentan y otros temas podológicos o que no vienen a cuento. Por que me da la gana.

jueves, 29 de enero de 2009

ESTUDIOS DE GRADO DE PODOLOGÍA APROBADOS POR EL CONSEJO DE MINISTROS.

Si no me han informado mal, LOS ESTUDIOS DE GRADO DE PODOLOGÍA, fueron aprobados por el Consejo de Ministros. Muchos se piensan que por que la carrera de Podología se reconvierta y se adapte a los Estatutos de Bolonia y que los estudios de Medicina y Podología tengan el mismo estatus, está todo solucionado. Nada mas lejos de la realidad, seguiremos teniendo los mismos problemas y seguiremos luchando por lo mismo. Nada va a cambiar de la noche al día, pero estoy completamente seguro que cambiará poco a poco para mejor, no puede ser de otra manera; así sucedió en Estados Unidos y nosotros no vamos a ser menos, pero para eso tenemos que luchar con uñas y dientes, tenemos que formar una piña, tenemos que estar mas unidos que nunca. Nuestros dirigentes tal vez deban de cambiar su actitud y ser políticamente mas agresivos, no podemos, ni debemos, esconder la cabeza debajo del ala, tenemos que sacar nuestro orgullo, y si tenemos que estar dando la lata en el Ministerio de Sanidad todos los día, y personalmente, pues lo tendremos que hacer. Mucho pueden conseguir los estudiantes, no lo olvidemos, es su futuro el que se juegan, y es un futuro muy pero que muy incierto; se están jugando ser los profesionales sanitarios integrales del pie con todo lo que eso conlleva o ser de nuevo, y después de mas de 50 años ( Recordad que el I Congreso Nacional de Podología se celebró en 1959, por si algunos jóvenes no lo saben ) otra vez callistas y pedicuros.
Ahora un descanso, paso a poner unas fotos de París. En esta primera vemos la Torre Eiffel por la noche desde el Trocadero,
en esta otra, la vemos, desde el mismo sitio pero por el día.


Vista de París desde lo alto de Notre Dame, en la torre izquierda.

Vista desde la torre derecha de Notre Dame.





Desde lo alto del Arco del Triunfo, podemos hacer unas fotos de los Campos Elíseos como esta. Al Fondo vemos la noria de la Plaza de la Concordia.
Desde el Sena, por la noche, París se ve precioso. Aquí vemos el Ayuntamiento.







De nuevo, podología. Una compañera nos envió hace tiempo a un paciente con una gran infección el primer dedo del pie, con gran celulitis. El paciente es diabético y presentaba todos los signos patognomónicos de la infección, así como escoriación con esfacelos en la zona medial de la cabeza del primer metatarsiano.




En la Radiografía que le hice se apreciaba que el hueso estaba afectado, por lo cual confirmamos que tenía osteomielitis,














lo cual se confirmó con una gammagrafía osea. Se le recetó antibioterapia empírica hasta que nos llegase el resultado del antibiograma de las muestras cogidas y que mandamos a bacteriología.





Hoy me ha venido un paciente de Valladolid para que le opere de un espolón calcáneo. Tiene una fascitis de caballo desde hace dos años y medio. Le expliqué que no era el espolón lo que le dolía y lo ha entendido perfectamente. Le expliqué la operación con el Topaz o realizarle una fasciotomía plantar encoscópica. Se ha decidido por la fasciotomía endoscópica ya que el Topaz le resulta mucho mas caro.






















Ahora pongo otro artículo de Arturo Pérez Reverte que creo refleja "parte" de la realidad social de ciertas personas en ciertas partes de España, o en todas partes.
Negros, moros, gitanos y esclavos
Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en "El Semanal" el 24 de Octubre de 1999.
No, no digan nada. Ya sé que los meapilas del qué dirán y el no vayan a creer ustedes, o sea, toda esa panda de soplagaitas de la puntita nada más, aconseja escribir africanos de color, magrebíes, colectivo de raza romaní, y trabajadores inmigrantes, para no herir la sensibilidad de los capullos políticamente correctos. Pero resulta que no me sale de los higadillos; así que lo escribo como me da la gana. Y pongo negros, moros, gitanos y esclavos, porque hoy he recibido noticias de un amigo que me cuenta cosas. Y vengo a la tecla algo caliente. Mi amigo vive allí donde la tierra seca que Dios maldijo —y ojalá haya Dios, para pedirle responsabilidades— anda en los últimos años cubierta de plásticos con tomateras, y frutas tempranas o como se llamen, y cosas así. Una tierra de cuarenta grados bajo un sol asesino, donde nadie que esté en su sano juicio se atreve a arrimar el hombro; de modo que los patronos tienen que buscar mano de obra entre los parias de la vida, porque el resto dice que para ellos verdes las han segado, y que vaya a la tomatera la madre que te alumbré. Pero desde el otro lado del Estrecho, o sea, desde el culo del mundo, miles de desgraciados miran hacia arriba y ven la tele y dicen, anda tú, allí atan los rottweiler con longaniza, y quiero tener un coche blanco, y una casa blanca, y un sueño blanco. Más que nada para comer caliente. Incluso para comer, aunque sea frío. Y los que no se ahogan por el camino les llegan a los mentados patronos como agua de mayo; así que los amontonan en barracones y les exprimen el tuétano. Bueno, bonito y, sobre todo, barato. Mano de obra extranjera, se llama el eufemismo. Y entonces a todos los que se benefician del asunto se les llena la boca con la solidaridad, y lo buenos chicos que son, y lo mucho que se les estima y se les quiere. Pero en cuando protestan, piden justicia, o sacan los pies del tiesto poniéndose en huelga para sacar dos duros más, entonces les sacuden hasta en el cielo de la boca. Se fumiga a los indóciles y se renuevan las existencias. Mi amigo tiene una teoría, que comparto. No es un problema de racismo, sino de esclavitud. A casi nadie le importa que sean moros o negros, porque eso está asumido gracias —algo bueno habían de tener— a los telefilmes norteamericanos. La cuestión, como siempre, se basa en esa unidad monetaria todavía llamada peseta. Un español con DNI gana setecientas a la hora recolectando lechugas. Una mujer con el mismo DNI gana veinte duros menos. En cuanto a los gitanos, ellos sí son considerados una raza inferior; pero están censados y votan, y además les va el acople y se reproducen como conejos pariendo futuros votantes; así que el alcalde del pueblo los compensa regalándoles el agua y la luz, y en vísperas de las elecciones municipales les construye unas viviendas a unos, los decentes, y les hace la vista gorda a los otros, los que trapichean con polvillos blancos o marrones en determinadas chabolas y no quieren mudarse ni a La Moraleja. Así que esa gitana marchosa que se levanta a las siete de la mañana con su flor en el pelo para recoger tomates, que por la tarde va al almacén a arreglarlos, y que por la noche toca palmas y canta, y en el Seat 1430 le echa un alegre casquete a su gitano —que a menudo no curra, porque es un faraón y para algo está ella—, cobra quinientas pesetas. Debajo de la pirámide están los ucranianos, y los sudacas. Y los moros. A veces ser rubio o hablar español significa veinte o cuarenta duros más que las doscientas pesetas que cobra el moro por echar una hora en la tomatera; que hasta en la miseria hay clases. Al moro, que es la chusma de esa galera, lo alojan usureros que cobran un huevo de la cara por barracones infectos, y lo dejan pudrirse en los descampados; y después, cuando ya están viejos y no rinden, o cuando protestan, siempre hay alguien que manda a su sobrino y unos amiguetes a romperles la crisma, o de pronto se acuerda de que son ilegales y convence a los picoletos de que los quiten de en medio. Y luego, cuando van a la panadería o al supermercado, se niegan a dejarlos entrar porque ofenden la sensibilidad de la señora del Range Rover o porque, dicen, son peligrosos y a veces venden hachís. Y a ver cómo puñeta no van a ser peligrosos, mis primos. Denles media hora y unos cócteles molotov, y podrán comprobar lo peligrosos que pueden llegar a ser ellos, cualquiera, usted, yo mismo, cuando te explotan miserablemente y te mantienen sujeto a la esclavitud y el desprecio.
Hoy he terminado pronto de trabajar, y eso que hemos tenido jaleo. Me han llamado de la clínica que tenemos en Bejar y hoy han atendido a 37 personas, se nota que es final de mes en la ciudad textil. Allí normalmente hay mas jaleo al final de mes, no sabemos por que.
Son las nueve de la noche y me voy volando a casita, que para un día que salgo tan pronto no quiero perder mas tiempo en el dichoso blog.